Construido durante las guerras revolucionarias francesas, sirvió a la Royal Navy como vigilancia en el Canal de La Mancha.Los amotinados no lograron organizarse fácilmente debido a que los barcos se dispersaban en las cercanías del Nore.Dicha expedición consiguió evadir a los británicos, llegando segura al puerto de Brest.Fueron unas semanas en las que la salud del capitán Williams empeoró progresivamente, siendo necesario su regreso al Reino Unido.[4] Cuando la flota franco-española del almirante Villeneuve, que regresaba del Caribe, recibió la orden de ir hacia Cádiz, las fuerzas de Calder, entre ellos el HMS Neptune, se puso a disposición de la flota que estaba reuniendo el vicealmirante Cuthbert Collingwood, que buscaba bloquear a los efectivos franceses y españoles en la costa gaditana.Por su parte, el HMS Neptune tan sólo tuvo diez muertos y 34 heridos.[4] Después de la batalla, Collingwood transfirió su bandera del HMS Royal Sovereign dañado a la fragata HMS Euryalus, y el 22 de octubre el HMS Neptune fue la nave que lo remolcó hasta el puerto de Gibraltar, intentando que no se viniera a pique por la tormenta que se había desencadenado.Inicialmente se le asignó la flota del Canal, pero fue trasladada finalmente a las Indias Occidentales en 1808.3.000 soldados fueron desembarcados bajo el mando del mayor general Frederick Maitland y conquistaron la plaza sin resistencia.[3] El escuadrón de Cochrane permaneció en el área bloqueando la isla, y en marzo llegó un escuadrón francés formado por tres naves de 74 cañones, los buques Hautpoult, Courageux y Polonais, así como las fragatas Félicité y Furieuse, bajo el mando general del comodoro Amable Troude, quien al encontrarse la Martinica en manos británicos desembarcó sus tropas en las cercanas Islas de los Santos (actualmente en Guadalupe).[6] Amenazado, Troude se hizo a la mar, siendo perseguido por el escuadrón de Cochrane, que consiguió capturar al navío Hautpoult, que tras pasar a manos británicas quedó bajo el mando del capitán del HMS Neptune Charles Dilkes.A bordo del anterior quedó al mando el capitán James Athol.[1] Su casco pudo haberse deteriorado seriamente en esta nueva ubicación, lo que le hacía inservible para un nuevo servicio de largo plazo en la mar, por lo que la Royal Navy decidió convertirlo en un barco carcelario, siendo acondicionado durante 1814 para dicha tarea.