La Urgesta , también Gesta Ungarorum , Gesta Hungarorum vetera o gesta antigua ( en húngaro : ősgeszta ) [a] son los nombres historiográficos de la crónica húngara más antigua, que se completó en la segunda mitad del siglo XI o principios del siglo XII. Su texto fue ampliado y reescrito varias veces entre los siglos XII y XIV, pero la crónica en sí se perdió desde entonces y su contenido solo puede reconstruirse basándose en obras del siglo XIV, en particular la Crónica Iluminada .
La Urgesta puede considerarse el comienzo de la historiografía húngara, pero no hay consenso entre los estudiosos (historiadores, lingüistas, etc.) sobre la fecha y las circunstancias de su origen. [1] [2]
Stephan Endlicher (1827) fue el primer historiador y filólogo que pensó que la crónica húngara más antigua se escribió durante el reinado de Andrés I. [ 3] El historiador literario Ferenc Toldy (1868) consideró que los registros históricos se realizaron ya en las últimas décadas del Principado de Hungría en el siglo X, [b] además de los anales de los primeros monasterios benedictinos . Toldy argumentó que Esteban I ordenó recopilar las hazañas de los húngaros utilizando estos registros. Enfatizó que la Crónica Iluminada se refiere a "los libros antiguos sobre las hazañas de los húngaros", mientras que la Gesta Hunnorum et Hungarorum de Simón de Kéza también escribe sobre una crónica antigua. Esta obra se amplió a una crónica bajo Andrés I, definitivamente antes del nacimiento de Salomón en 1053, como afirmó Toldy. [3] El historiador Gyula Pauler (1883) también consideró inicialmente que la primera crónica fue escrita bajo Andrés I y narra la historia de Hungría a partir de la rivalidad entre el rey y su hermano rebelde Béla . Más tarde, modificó su punto de vista (ver más abajo). [4]
Sándor Domanovszky (1930) enumeró tres argumentos por los que la Urgesta se completó durante el reinado de Andrés I. Afirmó que el historiador del siglo XIII Alberico de Trois-Fontaines utilizó solo la gesta antigua en su crónica, porque extrae datos de la tradición textual de la crónica húngara solo hasta 1047. Además, el autor anónimo de la Gesta Hungarorum también terminó su trabajo con el comienzo del reinado de Andrés. Domanovszky también destacó que la crónica húngara utilizó los datos de Annales Altahenses hasta 1046. [3] [c] Zoltán Tóth (1933) argumentó que la escena en Várkony (cuando el paralítico Andrés obliga a su hermano rebelde, Béla a elegir entre la corona y la espada) refleja el ordo de coronación de Ecgberto de York , que marca así el período anterior a la influencia alemana que puede atribuirse a la época de Salomón, es decir, este capítulo fue escrito durante el reinado de Andrés I. [6] [d]
Inicialmente, György Györffy (1948) también expresó que la antigua gesta o Gesta Ungarorum (como la llamó) fue compilada durante el reinado de Andrés I, y luego fue ampliada en la época del gobierno de Ladislao I. Györffy argumentó que Anónimo, Alberico, Ricardo, los Annales Posonienses y la Crónica Iluminada utilizaron esta crónica y su continuación del siglo XII. [6] El historiador literario János Győry (1948) argumentó que la influencia de los Annales Altahenses se puede detectar dentro del texto de la tradición de la crónica húngara hasta solo 1046. Győry consideró que Andrés I ordenó que se escribiera la Urgesta para reforzar su propia legitimidad después de un período turbulento (guerras civiles, incursiones alemanas y el levantamiento pagano Vata ). Después de 1047, el recién coronado Andrés fortaleció el poder real y los capítulos posteriores de la tradición textual de la crónica ya no pueden vincularse a su nombre. [7]
El filólogo clásico János Horváth, Jr. (1954) afirmó que Nicolás , obispo de Győr , que formuló la carta fundacional de la abadía de Tihany , fue el autor de la Urgesta , debido a similitudes estilísticas. [8] [e] Horváth analizó que este autor escribió la gesta hasta la muerte de Andrés I y utilizó con frecuencia una prosa rítmica, que es menos típica de las partes posteriores del texto de la crónica. El cronista informa en detalle sobre las guerras germano-húngaras de la década de 1050, a diferencia de las obras extranjeras (por ejemplo, Annales Altahenses ). Horváth argumentó que Nicolás, además de cartas y documentos de paz, parcialmente editados por él, utilizó informes orales para su Urgesta . También incluyó sus propias experiencias, ya que fue contemporáneo de los eventos (es decir, el levantamiento pagano). El texto resume los eventos cronológicamente en un punto, lo que puede marcar el final del texto original de la antigua gesta . [8] [f] János Győry criticó duramente las conclusiones de Horváth en varios puntos. En contraste, el historiador literario Tibor Klaniczay (1964) aceptó los argumentos que afirmaban que el primer autor de la gesta registró los eventos desde los últimos años del reinado de Esteban I hasta la guerra germano-húngara de 1051. [g] Después de un par de décadas, György Szabados (2010s) fue el primer erudito que consideró que la Urgesta fue compilada durante el reinado de Andrés I. Sostuvo que ya antes de finales del siglo XI se pueden observar varios cambios estilísticos en el contenido, lo que presupone la existencia de una crónica antigua anterior a finales de los siglos XI y XII. [11]
Gyula Sebestyén (1904) fue el primer erudito que consideró que la Urgesta fue compilada durante el reinado de Salomón. Jenő Vértesy (1905) sostuvo que una crónica nacional tuvo que nacer antes de la canonización de San Ladislao. Consideró que la rivalidad entre Salomón y los hijos de Béla fue narrada por una crónica contemporánea. Géza Nagy (1908) compartió este último punto de vista. Enfatizó que el autor contemporáneo se pronunció en contra de aquellos que afirmaban que Andrés, Béla y Levente eran los hijos ilegítimos de Vazul y deliberadamente nombraron a Ladislao el Calvo como su padre. Nagy dijo que esta Urgesta se centraba en Salomón (la llamó Crónica de Salomón) y su narración duró hasta 1087, la presunta muerte del rey exiliado. La segunda parte de la crónica (su primera continuación) duró desde la invasión cumana de Hungría en 1091 hasta el reinado de Géza II . [12]
Según József Gerics (1961), la versión más larga de la hagiografía de San Esteban (escrita antes de 1083) ya utilizaba el texto de la antigua gesta, especialmente en lo que respecta a la narración de la revuelta de Koppány . La hagiografía formuló su narración de la guerra germano-húngara de 1030 utilizando frases del capítulo de la crónica que narra la invasión alemana de Hungría en 1051. [13] [h] Gerics descubrió un discurso doble y mutuamente excluyente en una parte del texto de la crónica, que pone a los monarcas bajo diferentes juicios, como Béla I y Salomón. Gerics consideró que la Urgesta fue compilada alrededor de 1066 o 1067, y su último capítulo fue la consagración de la Abadía de Zselicszentjakab en ese año. [13] László Veszprémy estuvo de acuerdo con Gerics, considerando que el autor de la Legenda maior pudo haber conocido una versión temprana de la crónica primaria, y hacia 1080 existía una tradición escrita de guerras germano-húngaras anteriores. [15]
Elemér Mályusz (1967) consideró que el primer resumen histórico húngaro fue creado en algún momento a mediados del siglo XI, cuyo autor eclesiástico tenía una educación occidental. El objetivo político de la Urgesta era presentar la legitimidad de la dinastía gobernante Árpád y su papel en la cristianización de Hungría. Mályusz también identificó al obispo Nicolás de Győr como el autor de la gesta pero (a diferencia de Horváth) situó su compilación en los primeros años del reinado de Salomón. [16] Lajos J. Csóka (1967) consideró que el Chronicon Zagrabiense y el Chronicon Varadinense de mediados del siglo XIV prueban la existencia de una gesta antigua durante el reinado de Salomón. Estas obras utilizaron la Urgesta , pero los datos posteriores, sin embargo, son inexactos y superficiales. Csóka argumentó que la Urgesta fue compilada por un fraile benedictino en la Abadía de Pannonhalma . Los autores de los Annales Altahenses recibieron un extracto de esta crónica. Según Csóka, la Urgesta fue escrita en algún momento antes de 1070 y su texto contenía el martirio de obispos y otros clérigos, la fecha correcta de la muerte de Esteban I. Csóka argumentó que la leyenda menor del primer rey húngaro ( Legenda minor ) utilizó el texto de la Urgesta , de ahí que se pueda rastrear la conexión filológica con los Annales Altahenses . El erudito afirmó que el autor benedictino compiló la gesta muy probablemente a fines de la década de 1060. Comenzó su trabajo en la década de 970, con las primeras misiones cristianas en Hungría, y cerró su crónica con un evento importante para su orden eclesiástica, la fundación de la Abadía de Zselicszentjakab. [17]
El historiador Kornél Szovák (2004) argumentó que la Urgesta fue escrita en los primeros años del reinado de Salomón, cuando su relación con los hijos de Béla I todavía se consideraba cooperativa. Consideró que la crónica tuvo que ser escrita antes de la Batalla de Kerlés (1068). Szovák argumentó que el cronista representó el punto de vista legitimista , presentando que Salomón fue coronado y ungido rey legítimamente por su padre en 1057 o 1058. Este autor recopiló todos los mitos y leyendas conectados con los primeros húngaros y la dinastía Árpád (por ejemplo, Hunor y Magor , Emese y Botond). Szovák argumentó que el cronista percibió el contraste entre la persona de San Esteban y los gobernantes posteriores (descendientes del cegado Vazul), por lo que convirtió a Gisela de Hungría , la esposa de Esteban, en un chivo expiatorio, culpando a sus intrigas detrás de la confrontación entre Esteban y su primo. El autor eligió a Ladislao el Calvo como padre de Andrés, Béla y Levente, y utilizó como fuentes primarias la Exordia Scythica del siglo VII y el Chronicon de Regino de Prüm de finales del siglo IX . [17]
Modificando su anterior punto de vista (ver arriba), Gyula Pauler (1899) consideró que la gesta antigua fue compilada durante el reinado de Ladislao I. Según el historiador, narraba la historia de la rama de Béla hasta 1091, incluyendo la rivalidad entre Andrés y Béla, la historia de la familia Ják y el heroísmo de Opos el Valiente. El historiador Ubul Kállay (1915) afirmó que el autor de la Urgesta fue el capellán de la corte Koppány (Cupan), descendiente de Vecelin y miembro de la familia Ják. Kállay consideró que Koppány escribió la gesta en algún momento alrededor de 1090, con motivo de la canonización de San Esteban. [4]
El historiador más destacado que argumentó a favor de la gesta antigua de la época de Ladislao fue el político y erudito del período de entreguerras Bálint Hóman (1925). Llamó a esta obra Gesta Ungarorum o Gesta Ladislai regis , ya que Hóman se refirió a la Crónica Iluminada , que afirma que "quien se deleite en saber cuántas y cuán grandes fueron las buenas obras realizadas por su pueblo por el bendito Ladislao, encontrará un relato completo de sus hechos". Consideró que esta obra era idéntica a la primera crónica húngara. Hóman argumentó que el texto original de la gesta antigua se puede determinar a partir de la crónica del siglo XIII de Alberico de Trois-Fontaines. Los extractos de esta antigua fuente fueron las tres crónicas, que fueron compiladas en Zagreb , Várad (hoy Oradea, Rumania) y Somogyvár , las tres iglesias fueron fundadas por Ladislao I. Hóman también demostró la existencia de acuñación de monedas bajo Béla I (que se menciona en el texto de la crónica del siglo XIV) con metrología . Hóman también destacó que Ladislao se autodenominó "rey de los húngaros y de Messia", y el último término también aparece en la crónica (capítulo 32). Aceptando la afirmación de Kállay, Hóman argumentó que el autor de la Gesta Ungarorum fue el capellán de la corte Koppány Ják. El cronista narró la historia de Hungría hasta la campaña de Ladislao contra Croacia en 1091. Hóman consideró que la obra contenía la narración del linaje de Béla, el origen de los húngaros. El cronista utilizó el texto de los Annales Altahenses hasta el año 1063. Hóman sostuvo que la Gesta Ungarorum era una gesta caballeresca que adoptaba el modelo francés, y su estilo es distinto de las partes posteriores del texto de la crónica. [18] [i]
József Deér (1937) y Péter Váczy (1938) aceptaron la teoría de Hóman. El historiador polaco Marian Plezia (1947) analizó los paralelismos entre la crónica de Gallus Anonymus y el texto de la crónica húngara más antigua. Encontró similitudes entre las narraciones de las muertes de Bolesław I el Valiente y Esteban I de Hungría. Aceptó la teoría de Hóman sobre la datación y autoría de la gesta antigua, pero más tarde modificó su punto de vista (ver más abajo). [19] El académico británico Carlile Aylmer Macartney (1953) argumentó que la gesta antigua que fue escrita en la corte de Ladislao I en algún momento entre 1080 y 1090, se utilizó como fuente primaria para la leyenda más larga de Gerardo de Csanád , las obras de los cronistas Simón de Kéza, Thomas Ebendorfer y Jan Długosz con respecto a la historia del siglo XI. Macartney consideró que el clérigo autor era de etnia húngara, que utilizó tradiciones orales y leyendas populares. Su objetivo era presentar a Ladislao como el legítimo monarca de Hungría. Macartney asumió un sentimiento antialemán de línea dura hacia el cronista. [21] El lingüista János Bollók (1986) aceptó el argumento de Hóman, cuando analizó las virtudes de San Emerico de Hungría en el texto de la crónica. [22]
Según el erudito austríaco Raimund Friedrich Kaindl (1893), a finales del siglo XI se compilaron dos gestas. La primera, llamada Gesta Vetera Hungarorum por Kaindl, narraba la historia de Hungría en breves registros hasta la muerte de Ladislao I en 1095, mientras que la segunda se creó alrededor de 1100 y contenía una narración detallada desde el reinado de Andrés I hasta Ladislao I. El historiador literario László Geréb (1950) consideró que la vida literaria apareció por primera vez en la corte de Colomán en Hungría. Durante este tiempo, el rey actuó como mecenas de las hagiografías, colecciones de leyes y textos litúrgicos que se crearon en ese momento. Marian Plezia (1959), modificando su punto de vista anterior, también argumentó que la primera crónica se escribió a finales del siglo XI y principios del XII. [23]
György Györffy modificó su punto de vista a finales de la década de 1960. Citando cartas reales contemporáneas, introdujo la teoría del límite de memoria histórica de 70 años, por lo que la primera crónica puede fecharse en la época de Coloman. Györffy enfatizó que la Urgesta comienza a proporcionar una secuencia detallada de eventos desde principios de la década de 1030, de lo que se deduce que la crónica fue escrita alrededor de 1100. El historiador pensó que descubrió un límite de memoria similar también en el caso de las crónicas polacas y bohemias (Gallus Anonymus y Cosmas de Praga , respectivamente). [24] [j] Gyula Kristó (1994) intentó reconstruir el contenido de la primera crónica húngara. Según el historiador, la Urgesta contenía la cristianización de Hungría y los aspectos teológicos de la fe cristiana. Kristó consideró que la primera crónica era una especie de ajuste de cuentas que seguía el viaje de los húngaros que se convertían al cristianismo desde la época de San Esteban. Kristó descubrió similitudes filológicas entre el estilo de la Urgesta y el preludio del primer código de Coloman. Kristó también enfatizó la floreciente vida literaria durante el reinado de Coloman y destacó que las primeras crónicas fueron compiladas en Bohemia, Polonia y la Rus' alrededor del mismo período (principios del siglo XII). Kristó consideró que el autor de la primera gesta era indiferente a la era de la Hungría pagana, de manera similar a las hagiografías contemporáneas (por ejemplo, la leyenda de San Esteban de Hartvik ) y los Annales Posonienses . Es posible que el cronista comenzara su trabajo con la rebelión de Koppány y narrara los eventos hasta Coloman con los monarcas en el centro, y eran en su mayoría notas breves en orden cronológico. Kristó consideró que el autor era un clérigo secular nacido en Hungría, que no recibió educación en el extranjero. Utilizó tradiciones orales y una versión temprana de los Annales Posonienses . Kristó aceptó la teoría de Györffy de la memoria histórica de 70 años, citando la oscura aparición del reinado de Esteban en la crónica. [25]
László Veszprémy (2004) supuso la existencia de registros históricos esporádicos antes de la compilación de la primera crónica durante el reinado de Colomán. El texto de la crónica utilizó en gran medida los Annales Altahenses hasta el año 1046. Posteriormente, ya no existe una conexión filológica estrecha entre los dos textos. Veszprémy citó la observación del erudito alemán Norbert Kersken, quien sostuvo que el comienzo del siglo XII fue el primer punto culminante de la literatura crónica. Además de las obras centroeuropeas (véase más arriba), Veszprémy puso como ejemplo el Chronicon Roskildense danés. Veszprémy (al igual que Gerics y Csóka antes de eso) consideró que Urgesta era simplemente una compilación de registros históricos o una crónica similar a los anales antes de una reedición a gran escala a principios del siglo XIII (véase más abajo). Sirvió como fuente común para anales posteriores, como los Annales Posonienses y los tres anales del Libro Formulario de Somogyvár . [26] El historiador Dániel Bagi (2005) argumentó que la Urgesta era una obra tan novedosa, a pesar de que existían registros históricos antes, que analizaba la historia húngara desde la prehistoria hasta la propia época del autor según nuevos aspectos teóricos de acuerdo con las necesidades de Coloman. [27] Gábor Thoroczkay (2010) también aceptó el argumento de Veszprémy sobre la existencia de registros históricos que fueron utilizados por la Urgesta en una crónica compleja durante el reinado de Coloman. [28] Péter B. Kovács (2020) y el filólogo clásico Bernadett Benei (2022) también aceptaron el término "registros históricos". [29] Este último destacó que el levantamiento pagano Vata en 1046 y los eventos posteriores tienen un lugar destacado en el texto de la crónica. Ella consideró que había un breve texto histórico ( liber ) sobre estos acontecimientos escrito por un autor en la década de 1060 a más tardar que vivió los acontecimientos. Este texto fue ampliado más tarde con el reinado de Esteban I en un alcance más corto, posiblemente a fines del siglo XI. Bajo Coloman, estas pequeñas narraciones históricas fueron compiladas para crear la Urgesta , la primera crónica húngara. [30]
Además de los grupos anteriores, existen teorías independientes que, sin embargo, no gozan de una amplia aceptación por parte de la historiografía. Henrik Marczali (1880) argumentó que la aversión por Coloman que aparece en el texto y el elogio simultáneo de Béla II y su hijo Géza II prueban que la primera crónica húngara fue escrita bajo el reinado de este último, en algún momento entre 1150 y 1160, basándose en registros históricos preexistentes. [31] Imre Madzsar (1926) analizó el texto en términos de estilo y forma. Argumentó a favor de un texto de estilo uniforme, preservado en el llamado Códice Acéfalo, desde la revuelta de Koppány hasta la campaña de Géza II contra el Principado de Halych , por lo que la Urgesta se compiló en algún momento entre 1156 y 1162. Madzsar consideró que el autor era un clérigo de la corte real y pertenecía a la familia Ják. Con frecuencia utilizó frases bíblicas en su obra. Varios historiadores, entre ellos Bálint Hóman, Sándor Domanovszky y János Horváth, Jr., cuestionaron el argumento de Madzsar. Sostuvieron que los autores de las continuaciones posteriores siguieron el estilo narrativo de la Urgesta del siglo XI y criticaron a Madzsar, que no separó las interpolaciones posteriores en su estudio. [31]
El historiador benedictino László Erdélyi (1933) afirmó que Simón de Kéza fue el primer cronista de Hungría y que su obra, Gesta Hunnorum et Hungarorum, fue la fuente más antigua para la composición de la crónica del siglo XIV. Erdélyi enfatizó que Simón escribe en su prólogo que se ve obligado a usar autores extranjeros porque no hay obras nacionales disponibles para él. Erdélyi argumentó que el texto contiene varios elementos anacrónicos cuando se narran eventos de los siglos XI y XII (por ejemplo, castrum s, sirvientes reales , variantes de nombres de personas históricas del siglo XI). [32] József Gerics rechazó la teoría de Erdélyi, citando que Simón de Kéza aplicó la falta de fuentes solo a la historia huna . Gerics también refutó la naturaleza anacrónica de los términos que Erdélyi citó, dando ejemplos de textos contemporáneos de los siglos XI y XII. [33]
Péter Rokay (1999) rechazó la existencia de una Urgesta del siglo XI . Afirmó que la Crónica Iluminada y sus variantes contienen textos puros del siglo XIV sin interpolaciones, redacciones ni continuaciones. Debido a sus interpolaciones a gran escala, Rokay también cuestionó la autenticidad de aquellos documentos reales del siglo XI (por ejemplo, las cartas fundacionales de Tihany, Zselicszentjakab, Százd, Garamszentbenedek), cuyos datos (nombres, fechas) confirman la contemporaneidad del texto del siglo XI de la crónica. Por el contrario, Tibor Szőcs enfatizó que las modificaciones y falsificaciones típicamente no afectan las partes formales de los diplomas (incluida la lista de dignatarios), ya que eran precisamente estas partes del diploma las que podían mantener la apariencia de autenticidad de los diplomas interpolados. [34]
Cada vez que se compiló la Urgesta , los autores y glosadores posteriores continuaron o acortaron, desarrollaron, ampliaron o reescribieron constantemente, es decir, dieron forma y modernizaron el material hasta tal punto que se volvió completamente imposible separar y reconstruir los textos originales de la antigua gesta y las continuaciones. La mayoría de los historiadores estuvieron de acuerdo en esto, aunque todos intentaron separar las diversas partes determinando su tiempo de origen. El historiador literario Tibor Klaniczay, que representa una opinión disidente, consideró que las gestas de los siglos XI y XII eran todas obras separadas, que cubrían varias partes de la historia húngara, e incluso podían representar diferentes puntos de vista sobre el mismo tema. Por lo tanto, no hubo una única crónica de la corte real (es decir, Urgesta ), que los cronistas de los monarcas de diferentes épocas modificaron ampliándolas o reeditándolas según sus propios gustos y objetivos políticos. La mayoría de los historiadores no comparten este punto de vista, considerando que la escritura de crónicas en Hungría estuvo conectada con la corte real desde el principio. [35]
La mayoría de los historiadores que asumieron una creación de la gesta antigua en el siglo XI, hicieron probable su continuación durante el reinado de Coloman. [36] Ferenc Toldy se refirió a este cronista como "el Anónimo de Coloman" que escribió la continuación a principios del siglo XII. [37] Bálint Hóman y Péter Váczy consideraron que la Crónica Iluminada del siglo XIV utilizó la continuación de principios del siglo XII como fuente primaria. [38] János Győry descubrió "influencia francesa" (por ejemplo, la leyenda de Alejo de Roma sobre el origen de los húngaros y el estilo del Cantar de Roldán sobre la representación de San Ladislao) en esos textos, que fueron escritos alrededor de 1100 y, por lo tanto, esas secciones se distinguen del corpus de texto original. [39] János Horváth, Jr. –aceptando el argumento del historiador literario László Négyesy– consideró que los capítulos, que narran los acontecimientos desde la coronación del niño Salomón hasta la muerte de Ladislao I, muestran una estrecha unidad estilística. Horváth destacó la existencia de detalles poéticamente bellos y canciones históricas épicas en esta sección (esto último ya fue notado por el poeta János Arany a mediados del siglo XIX). Horváth argumentó que estos poemas épicos, preservando la tradición oral, narraban campañas militares exitosas para glorificar la dinastía Árpád y Coloman, y este texto utiliza repeticiones estereotipadas de giros épicos y tokens épicos permanentes relacionados con los héroes. Horváth también descubrió un ligero tono pro-alemán, debido a un posible origen étnico del cronista. [40]
József Gerics, que analizó el corpus que narra los acontecimientos del siglo XI, descubrió rastros de inserciones posteriores (interpolaciones) en varios lugares. Por ejemplo, durante el nacimiento de San Esteban, el texto hace referencia a las hagiografías posteriores del monarca y su hijo San Emerico . También consideró la genealogía de la familia Ják y la presentación del décimo hijo del impuesto como inserciones posteriores, además de los datos genealógicos contradictorios sobre el padre de Andrés, Béla y Levente. Según Gerics, la Urgesta , que narra los acontecimientos hasta 1067, fue continuada y ampliada durante el reinado de Colomán y preservó la disputa entre Salomón y sus primos, Géza I y Ladislao I. Gerics fue el primer erudito que descubrió juicios diferentes y contradictorios en relación con los tres monarcas dentro del texto de la composición del siglo XIV. Mientras que los capítulos 130 y 133 declaran a Salomón como gobernante legítimo, el capítulo 120 (y su derivado Chronicon Zagrabiense ) enfatiza la legitimidad de Géza y Ladislao. Gerics argumentó que estas secciones fueron inicialmente partes de dos obras diferentes, crónicas "legitimistas" e "idoneistas", respectivamente. La última detalla la capacidad "celestial" de Ladislao para gobernar, lo que refleja la ideología de la corte real de Coloman. Este fenómeno también se puede observar en la hagiografía de San Esteban escrita por Hartvik, un clérigo de la corte de Coloman. [41] [k] El historiador Elemér Mályusz aceptó el argumento de Gerics y consideró que la Urgesta fue continuada a principios del siglo XII, bajo la guía de Coloman, y en el centro de esa continuación está San Ladislao (como resultado, Mályusz llamó a esta expansión " Gesta Ladislai regis ") y su tono es marcadamente anti-Salomón. Mályusz afirmó que este texto utilizó canciones de las tradiciones folclóricas húngaras y orales. El cronista también insertó el texto de la Urgesta para mitigar su percepción básica anti-alemana. [43] [1] [42]
La composición de la crónica del siglo XIV conservaba una imagen desfavorable de Colomán, su hijo Esteban II y su gobierno (para las causas, véase más adelante), pero se puede encontrar un resto de un texto anterior en algunos lugares donde los dos monarcas aparecen bajo una luz positiva. En consecuencia, Sándor Domanovszky asumió una continuación escrita también bajo el reinado de Esteban II. Descubrió que el texto del Códice de Acéfalo sobre la campaña bizantina de Esteban conservaba un texto más original que las otras variantes de la crónica del siglo XIV. Este códice no menciona aquellas partes en las que Esteban II aparece bajo una luz desfavorable. [44] Otros eruditos –Bálint Hóman, Péter Váczy y József Deér– también aceptaron la opinión de Domanovszky. Según Deér, la Urgesta fue continuada por primera vez por un cronista desconocido bajo el reinado de Esteban II y narró la historia de Hungría hasta el año 1127. [44] József Gerics enfatizó que solo el Códice Acéfalo proporciona la fecha correcta de la ascensión de Esteban al trono húngaro, lo que fortalece la existencia de una continuación cuando Esteban II todavía estaba vivo. [45]
Gyula Kristó argumentó que sólo el Códice Acéfalo conservó el texto original de la "continuación de Esteban II" sin ninguna interpolación. Esta obra comenzó desde la coronación de Esteban (1116) y duró hasta 1127, por lo que puede considerarse un registro contemporáneo. Por orden del rey, su tono era básicamente objetivo, con glorificación ocasional, lo que excluye que el texto fuera creado más tarde. El texto no menciona las derrotas militares de Esteban contra el Ducado de Bohemia y la República de Venecia . Kristó argumentó que las circunstancias de la muerte de Béla I fueron preservadas por esta continuación debido a su tono "legitimista". Kristó también atribuyó el capítulo 152 a esta continuación. [46]
Tras la muerte de Esteban II, su primo Bela II ascendió al trono en 1131. A los cinco años, fue cegado junto con su padre Álmos por orden de Colomán tras una serie de rebeliones de su hermano contra su gobierno. Por ello, las ampliaciones e interpolaciones del texto de la crónica bajo Bela II y sus descendientes preservaron una imagen desfavorable de Colomán y Esteban II. Esta visión negativa fue una forma de "venganza" por parte de la rama de Álmos, que persuadió a sus cronistas para que enfatizaran los fracasos de Colomán y ocultaran sus éxitos. [46]
Ferenc Toldy consideró que la crónica escrita bajo Coloman fue continuada bajo el reinado de Géza II (hijo de Béla), narrando la historia hasta el año 1148, cuando tuvo lugar la guerra de Géza contra Halych. El texto, en concreto, no menciona la guerra bizantino-húngara que duró de 1149 a 1155, ni la rebelión de los hermanos de Géza. Toldy argumentó que el texto se refiere a Esteban II como "Esteban el Menor" (en honor a San Esteban I), por lo que se puede descartar que el texto fuera creado durante el reinado de Esteban III . Gyula Pauler, sin embargo, situó la fecha de esta crónica en los últimos años del reinado de Béla II. Gyula Sebestyén consideró que la Urgesta (escrita bajo Salomón, según él) fue continuada alrededor de 1132, poco después de la coronación de Béla. Fue escrita con motivo de la boda de Hedwig (hermana de Béla) y el duque Adalberto de Austria con el fin de fortalecer las relaciones austrohúngaras. El objetivo del autor era justificar la reclamación legal de la rama de Álmos. Sebestyén afirmó que varias partes de los acontecimientos del siglo XI, en los que Géza I y Ladislao I se muestran de forma positiva (por ejemplo, el establecimiento de la catedral de Vác , la batalla de Kemej o las intrigas de Vid Gutkeled), fueron registradas por el cronista de Béla II, utilizando los recursos poéticos de la épica ingenua. Según Sebestyén, otro cronista continuó esta crónica bajo Géza II, pero con un estándar mucho más bajo. Basado en el Ungarnchronik de Enrique de Mügeln , que conservaba elementos únicos sobre la historia de la Hungría de mediados del siglo XII, este texto perduró hasta la muerte de Esteban III (1172). Géza Nagy aceptó el punto de vista de Sebestyén. Según János Karácsonyi, el cronista compiló su crónica (la primera continuación de la antigua gesta de Salomón) en 1132; Béla II aparece como una persona viva en el texto. Esta "segunda crónica" inicia el texto a partir de la incursión de los cumanos en 1091 y narra los reinados de Colomán y Esteban II en detalle. Posteriormente, esta crónica se amplió con registros breves durante los reinados de Géza II y Esteban III. János Karácsonyi identificó al cronista de Béla con Juan, hijo de Both, que funcionó como notario real y preboste de Dömös . Como confidente de Álmos, Juan preservó la historia detallada del cegamiento del príncipe y su hijo de cinco años. [47]
Bálint Hóman argumentó que la Urgesta (que ya había sido ampliada bajo Esteban II) fue ampliada y reeditada por un cronista bajo Béla II o Géza II, en algún momento entre 1131 y 1152, con el fin de denigrar a Colomán. Sin embargo, este cronista realizó un trabajo superficial, por lo que los adjetivos contrarios a su intención (especialmente en lo que respecta a Esteban II) pudieron permanecer en el texto. Este trabajo fue continuado bajo Esteban III hasta el año 1167; esta versión fue utilizada por Enrique de Mügeln más tarde. Este cronista, como enfatizó Hóman, descuidó por completo la objetividad con respecto al reinado de Colomán y Esteban II. [48] Sándor Domanovszky aceptó los puntos de vista de Pauler y Hóman. József Deér y Péter Váczy coincidieron en que un continuador revisó el texto original de la crónica para presentar a Coloman y a su hijo en un contexto negativo y continuó el trabajo hasta el año 1152. Otro autor continuó este texto hasta 1167, bajo Esteban III. János Győry consideró que el mito de Sicambria ( la legendaria capital de Atila ) apareció por primera vez en la continuación de Géza. [1] [49] CA Macartney también asumió que "al menos un escritor" de mediados del siglo XII, que siguió la tradición directa de Urgesta y su expansión se ocupó de asuntos dinásticos. Argumentó que este cronista escribió mucha negatividad sobre Coloman y Esteban II, pero tampoco silenció sus méritos (por lo que Macartney no contaba con una edición previa en las cortes de los reyes mencionados). [50]
En contraste con los historiadores anteriores a la Segunda Guerra Mundial, János Horváth, Jr. afirmó que una única crónica amplió el texto de la crónica (continuada por primera vez bajo Coloman) durante el reinado de Esteban III (capítulos 141-167), con el fin de difamar a Coloman y Esteban II. El tono de la crónica anterior, objetiva y leal, incluso con oponentes, fue reemplazado por un estilo partidista e insultante. Este autor era un profundo versado en la Biblia y el derecho canónico , y posiblemente estudió en Francia . Su estilo se caracterizaba por un humor crudo e irónico y estaba decidido a exagerar los giros sorprendentes dentro de las narraciones. A menudo usaba diálogos (en prosa rítmica) en el texto, incluso interrumpiendo la unidad de la narrativa. Horváth consideró que este cronista revisó por completo el texto de los últimos años de reinado de Ladislao I. [51] Elemér Mályusz aceptó la teoría de Horváth. Argumentó que la parte que enfatiza la legitimidad de Salomón contra Géza y Ladislao fue escrita bajo Esteban III, quien tuvo que luchar contra sus tíos rebeldes, Ladislao II y Esteban IV . [52] József Gerics también argumentó a favor de una continuación bajo Esteban III. El propósito principal de esta obra era enfatizar la legitimidad y el derecho a la corona. Por lo tanto, el compilador insertó ese texto que implica que Géza I dijo que había pecado porque se había apoderado del reino de un rey legítimamente coronado, mientras que Ladislao I dudaba en suceder a su hermano Géza y planeaba "restaurar el reino" a Salomón. Esta ideología legitimista de la era de Esteban III fue preservada por la obra de Enrique de Mügeln y las crónicas de Knauz. [53] [54] Lajos J. Csóka consideró que un autor benedictino de la abadía de Pannonhalma continuó la crónica de Salomón bajo el reinado de Esteban III. Csóka descubrió conexiones filológicas entre los textos de la Crónica Iluminada y la leyenda menor de Esteban I, en cuyo centro se encuentra este autor, que amplió la crónica hasta su propia época y unificó estilísticamente los pasajes anteriores. Csóka afirmó que este fraile benedictino fijó la fecha de coronación del primer rey húngaro en el año 1000 para fortalecer los privilegios de la abadía de Pannonhalma. También afirmó que esta crónica fue responsable de las conocidas representaciones de Esteban y Gisela, las controvertidas relaciones entre Salomón y sus primos y la historia del cegamiento de Vazul. [55]
Gyula Kristó estuvo de acuerdo en que la crónica se amplió bajo un monarca de la rama de Álmos, pero solo con breves registros en el estilo de los anales. Para enfatizar la ideología legitimista, este autor rediseñó las representaciones de Salomón y sus primos, ya que Béla II era un gobernante legítimo, pero carecía de la competencia debido a su ceguera. Además, los reinados de Géza II y Esteban III también se vieron reforzados por el estatus de legitimidad frente a los pretendientes Boris y Ladislao II y Esteban IV, respectivamente. [56]
Gyula Pauler argumentó que un autor, que funcionó durante el reinado de Béla III , fusionó y editó las crónicas previamente existentes en una sola. Pauler citó términos y frases idénticos para probar su teoría. Por ejemplo, el texto de la crónica usa la misma frase cuando explica el efecto del fuego griego antes del Sitio de Belgrado durante la Guerra Bizantino-Húngara de 1071-1072, luego en la Batalla de Haram durante la campaña bizantina de Esteban II. Debido a los términos " baro " y " genera ", no hay forma de que este cronista pudiera vivir antes de finales del siglo XII, como consideró Pauler. Ladislao I fue canonizado en 1192 y la crónica se refiere a él como un rey santo, agregó el historiador. En contraste, Jenő Vértesy enfatizó que la crónica resalta sus virtudes caballerescas, lo que indica más bien que el texto fue escrito antes de la canonización. Otros eruditos –por ejemplo, Gyula Sebestyén y László Geréb– sostienen que no hubo actividad historiográfica bajo el gobierno de Béla. [57] CA Macartney destacó que la escritura histórica que buscaba registrar los acontecimientos actuales se detuvo abruptamente en las últimas décadas del siglo XII. No hay señales de ningún intento de registrar la historia contemporánea, y los reinados de Béla III y sus sucesores hasta la extinción de la dinastía Árpád (excepto un poco Ladislao IV ) se pueden reconstruir a través de fuentes extranjeras y cartas oficiales. [58]
Gyula Kristó defendía la idea de que algunas de las narraciones de Enrique de Mügeln proceden de una continuación creada durante el reinado de Béla III. Por ejemplo, en los capítulos 54 y 55 se menciona que varios señores desertaron de Esteban III a Esteban IV porque los húngaros "no podían decidir cuál de ellos era el rey legítimo". Una formulación así habría sido impensable durante el reinado de Esteban III. La mención de la competencia de Béla también lo confirma (la legitimidad de Béla se vio socavada por la negativa del arzobispo Lucas de Esztergom a coronarlo). [59] László Veszprémy descubrió similitudes entre la Historia Roderici y el texto de la crónica húngara sobre el gobierno de Ladislao I (ideal de un rey caballero), que fue reformulado y registrado bajo Béla III, con ocasión de la canonización de Ladislao. Además, como citó Veszprémy, la representación eclesiástica de Ladislao cita literalmente el libro de leyes de Graciano ( Decretum Gratiani ), que se completó alrededor de 1140. Tanto la Historia Roderici como el Decretum Gratiani sirvieron como fuentes comunes para la crónica húngara y la Gesta Hungarorum de Anonymus (escrita alrededor de 1200), lo que fortalece la proximidad temporal entre las dos obras. [60] Gábor Thoroczkay consideró que la leyenda de San Ladislao utilizó esta crónica de la era Béla como fuente primaria. [61]
Desde finales del siglo XIX, existe una teoría ampliamente discutida en la historiografía húngara según la cual a principios del siglo XIII, durante el reinado de Andrés II (r. 1205-1235), la crónica húngara sufrió un gran grado de redacción y reedición. Henrik Marczali señaló que los textos de la crónica existentes no mencionan la muerte de Santa Isabel de Hungría (1231) ni su canonización (1235), pero se explica su forma de vida santa, por lo que una expansión de la crónica podría haber tenido lugar después de 1227, cuando murió Luis IV, Landgrave de Turingia . Marczali descubrió algunos elementos de la historia huna de la crónica, cuyo contenido demográfico y geográfico podría compararse con las condiciones de Hungría justo antes de la primera invasión mongola (1241). [62] Gyula Sebestyén afirmó que la crónica bajo Andrés II fue compilada con ocasión de la boda de Luis e Isabel en 1221. Argumentó que el texto se refiere a la Quinta Cruzada y la participación de Andrés (1217-1218), pero omite mencionar la Bula de Oro de 1222. Gyula Pauler también argumentó a favor de una crónica de Andrés II; el Chronicon Dubnicense usa el tiempo presente cuando menciona la boda de Constanza de Aragón y Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1209, lo que puede ser un signo de un texto de crónica creado en este momento. Jenő Vértesy relacionó algunos de los registros breves de la segunda mitad del siglo XII con la época de Andrés II. [62]
Lajos J. Csóka afirmó, como anteriormente, que la crónica fue compilada dentro de los muros de la Abadía de Pannonhalma en la década de 1210 por un fraile benedictino, que pertenecía al convento del abad Uros de Pannonhalma. Csóka se refirió al excelente conocimiento topográfico local del cronista sobre la Batalla de Vértes y la guerra de Koppány en los condados de Veszprém y Somogy . Csóka argumentó que el autor utilizó los estatutos de la abadía para las narraciones. El conflicto entre Salomón y sus primos (Géza y Ladislao) fue representado de esa manera, lo que sirvió a los propósitos de Andrés II, quien se rebeló contra su hermano mayor Emeric por el trono húngaro. Durante la guerra civil, el abad titular Juan de Pannohalma apoyó el esfuerzo de Andrés y la crónica proporcionó un trasfondo ideológico para el duque rebelde, que se convirtió en rey en 1205. Csóka enfatizó la influencia benedictina en el texto de la crónica. Por tanto, el autor conocía bien la Regla de San Benito y la biografía de Benito de Nursia escrita por el Papa Gregorio I. [ 62]
Kornél Szovák analizó la representación de San Ladislao en el texto de la crónica y argumentó que su figura representa una actitud idoneísta de una interpolación posterior de finales del siglo XII o principios del siglo XIII. Algunas frases (por ejemplo, " barones et optimes " y referencias al Imperio latino y la Orden Teutónica ) implican que esta redacción ocurrió durante el reinado de Andrés II. József Deér y László Veszprémy argumentaron que la leyenda de Carlomagno sirvió de inspiración para la creación del personaje real de Ladislao, que tiene las virtudes de un monarca cristiano caballeroso. [62]
Kristó elaboró la teoría de la posibilidad de una redacción completa a principios del siglo XIII de la manera más detallada, pero con el paso de las décadas su posición cambió en varias cuestiones de detalle. En 1970, Kristó destacó que un cronista de finales del siglo XII y principios del XIII utilizó el Chronicon de Regino de Prüm para presentar la Hungría precristiana. Su contemporáneo Anonymus utilizó además Exordia Scythica , modificando así significativamente la presentación de la prehistoria húngara . En 1972, Kristó afirmó que Anonymus utilizó una redacción de una crónica contemporánea como fuente primaria para su Gesta Hungarorum , enumerando expresiones y términos conjuntos como ejemplos que aparecían en las dos obras. En el estudio de 1972, Kristó argumentó que se produjeron dos redacciones a finales del siglo XII y principios del XIII; El primero se produjo en la década de 1190 (bajo el reinado de Béla III, véase más arriba), mientras que el segundo fue escrito en la década de 1220-1230 en la corte del duque Béla , hijo y heredero de Andrés II. El último texto presenta una imagen negativa de Gisela, la consorte de San Esteban, culpándola de las intrigas contra Vazul. [63]
Un informe de Ricardo (1237) sobre un viaje de un grupo de frailes dominicos a principios de la década de 1230 hace referencia a una crónica, Gesta Ungarorum Christianorum ("Las hazañas de los húngaros cristianos"), que contenía información sobre una Magna Hungaria oriental . En su estudio de 1974, Gyula Kristó identificó esta obra con la crónica húngara escrita alrededor de 1235. Sostuvo que Alberico de Trois-Fontaines también utilizó esta crónica en su obra. Kristó consideró que el indicador "Christianorum" era para distinguirla de la gesta de Anonymus. Según Kristó, la redacción de la década de 1230 podría estar centrada en el duque Béla y sus confidentes (Béla estaba interesado en la conversación de los cumanos a lo largo de la frontera oriental y tenía fuertes conexiones con los predicadores dominicos). Kristó enfatizó que Alberico representó una imagen oscura de Gisela en su crónica, lo que demuestra que utilizó esa redacción. Durante la vida de Andrés II, el cronista no tuvo la oportunidad de escribir sobre los pecados de Gertrudis de Merania , asesinada en 1213; como resultado, el autor proyectó sus crímenes percibidos o reales sobre la esposa de san Esteban, Gisela, que también era de origen alemán. Kristó sostuvo que la « Gesta Ungarorum Christianorum » es una obra de estilo uniforme hasta 1167 inclusive, y su reeditor fue contemporáneo de Anónimo. Ambos estudiaron plausiblemente en Francia. Inicialmente Kristó consideró que los cronistas posteriores no conocían la obra de Anónimo, pero luego revisó esta posición, como resultado de los resultados de la investigación de György Györffy, y habló de una doble interacción entre el texto de la crónica y la obra de Anónimo. [64]
Judit Csákó analizó en detalle la teoría de Kristó en su estudio de 2015. Coincidió en que la edición del siglo XIII unificó estilísticamente el texto de la crónica, por lo que no es posible determinar y separar el origen de las secciones del texto. Debido a la representación de Gisela, Csákó asumió que se produjo una redacción en algún momento después de 1213, pero antes de 1235. [65]
György Györffy descubrió que el texto de la crónica fue continuado por el magister Ákos , un preboste de Buda , durante el reinado de Esteban V (r. 1270-1272), mientras que anteriormente Gyula Pauler y Sándor Domanovszky ya habían hecho referencia a un cronista no identificado entre las edades de Anónimo y Simón de Kéza, cuyos textos se conservaron en la composición de la crónica del siglo XIV. Ákos elogió de manera falsa el pasado y los privilegios de Székesfehérvár y Buda, las dos iglesias donde funcionó, e intentó hacer que su propia familia, la gens Ákos, fuera igual en rango a las tribus magiares en su edición. Györffy consideró que Ákos, quien extrajo la gesta en el convento dominico de las monjas de la Isla de los Conejos , siempre hizo anotaciones en caso de reyes santos, en los que se podría haber encontrado una hagiografía, una historia más larga sobre las vidas de los santos, construcciones devocionales de iglesias (por ejemplo, la Catedral de Vác), en consecuencia su obra abreviada podría haber sido escrita principalmente para la santa princesa Margarita , la monja dominica. [54] [66] Mientras que la historiografía anterior (por ejemplo, Domanovszky, Bálint Hóman e inicialmente Györffy) le atribuyó la historia de los hunos, los eruditos posteriores (Imre Madzsar, Elemér Mályusz, János Horváth, Jr. y Jenő Szűcs ) demostraron con exámenes filológicos y lingüísticos que puede considerarse como obra propia de Simón de Kéza, quien insertó la historia de los hunos antes del texto principal de la crónica (el Códice Sambucus preservó más fielmente el estado de la crónica del siglo XIII anterior a Simón). El texto de Ákos refleja un tono aristocrático, que en muchos casos lo impulsó a hacer inserciones anacrónicas (por ejemplo, las cláusulas de genere en el caso de los nobles de los siglos XI y XII). Respecto al siglo XIII, Ákos sólo añadió extractos a la crónica, sin ninguna información relevante, porque su atención se centró en la prehistoria húngara (conservó varias leyendas, por ejemplo el mito del cuerno de Lehel ). [66] [67]
El contemporáneo de Ákos, Simón de Kéza, obtuvo la Urgesta y el extracto más corto de Ákos después de la muerte de este último alrededor de 1273. Simón era un clérigo de la corte leal a Ladislao IV (r. 1272-1290). Según Györffy, Simón, al crear su propia Gesta Hungarorum (en historiografía, también se conoce como Gesta Hunnorum et Hungarorum ) había reescrito bajo su propio nombre los primeros capítulos del extracto interpolando la historia de los hunos de la época de Atila como los primeros conquistadores de la cuenca de los Cárpatos. Además, amplió el texto con el último capítulo de la obra con la historia de las batallas victoriosas de Ladislao IV hasta 1282 (la obra termina con la Batalla del Lago Hód ) y como apéndice presentó algunos estratos sociales más pobres diferentes. [68] Györffy argumentó que la obra y la colección de libros de Simon pasaron a manos de los franciscanos de Óbuda después de su muerte. Uno de los monjes (¿el superior general Juan?), partidario de la reivindicación angevina y de Carlos I (r. 1308-1342), continuó la gesta más corta de Ákos hasta 1330 (de manera similar a Ákos, con añadidos menores entre 1270-1300, pero con textos mucho más detallados posteriormente para apoyar la reivindicación de Carlos al trono durante el Interregno). Durante el gobierno angevino, los clérigos de la corte compusieron los textos fragmentados existentes en obras coherentes. La llamada familia de la Crónica de Buda ( Chronicon Budense ) derivó de la gesta más corta de Ákos a través de su continuación franciscana (minorita) , mientras que la familia de la Crónica Iluminada ( Chronicon Pictum ) preservó un texto más largo a través del texto de la crónica original ( Urgesta con continuaciones e interpolaciones, la más reciente de Ákos). [1] [69] [70]
La Tarih-i Üngürüs («Historia de los húngaros») es una crónica otomana del siglo XVI traducida por el diplomático Mahmud Tercüman, que originalmente provenía de una familia judía de Viena . Según él, la traducción se basó en una crónica latina que encontró después de la ocupación de Székesfehérvár en 1543. Algunos intelectuales, como Endre K. Grandpierre o József Blaskovics, consideraron que este manuscrito era idéntico a la Urgesta , porque la Tarih-i Üngürüs , en varios casos, escribe sobre algunos eventos históricos de manera diferente en comparación con la composición de la crónica del siglo XIV. En cambio, el traductor de la edición crítica de la crónica otomana, György Hazai, demostró que la Tarih-i Üngürüs es una traducción directa de la Chronica Hungarorum (1488) de Johannes de Thurocz . [71] Además, Mahmud Tercüman también añadió la historia de Alejandro Magno al comienzo de la obra, basándose en la Historiae Philippicae de Justino . Balázs Sudár destacó que Mahmud, además de traducir, alteró el texto original de la Chronica Hungarorum como ejemplo de las antiguas tradiciones historiográficas otomanas, con el fin de ideologizar la conquista de Hungría , adquiriendo el pasado a través de su reescritura. [72]
El filólogo clásico János Horváth, Jr. analizó en detalle el texto en prosa rimada y rítmica de la composición de la crónica del siglo XIV en su tesis académica de 1954. En la literatura medieval, la prosa rimada abarcó el período comprendido entre la segunda mitad del siglo X y finales del siglo XII. Fue sucedida por la prosa rítmica (también llamada stilus romanus o gregorianus ) para el siglo XIII. Sin embargo, ocasionalmente, la prosa rimada todavía aparece en los siglos XIII y XIV en toda Europa. Horváth consideró (como se mencionó anteriormente) que el obispo Nicolás escribió la Urgesta en prosa rimada en la época de Andrés I (es decir, antes de la era de la prosa rítmica), utilizando cartas reales e informes orales. Nicolás dividió su prosa rimada en dos puntos iguales que están conectados por rimas al final de los dos puntos y por rimas laterales. El estilo se caracteriza por un efecto retórico, juegos de palabras y pares de opuestos. Nicolás cerró su obra con un resumen cronológico a finales de la década de 1050. Al definir el estilo literario de los diversos capítulos, Horváth creía que el momento de su creación podía determinarse cronológicamente. Mediante la prosa rimada, Horváth dividió el texto de la crónica en tres partes: capítulos 63-90, 91-139 y 140-167. Desde el punto de vista de la rítmica, Horváth también analizó otras obras contemporáneas, por ejemplo, Carmen miserable de Roger de Torre Maggiore y las diversas hagiografías de San Esteban. [73]
Los hallazgos de Horváth dividieron la historiografía húngara. János Horváth, Sr., Dezső Dercsényi, Béla Karácsonyi y József Gerics elogiaron la tesis, pero fue rebatida con dureza por László Mezey y János Győry. Mezey criticó a Horváth por ignorar los argumentos de contenido en su método de investigación, que siempre pesa más en el análisis lat en comparación con el estilístico. Mezey argumentó que el estilo de rima no es adecuado para ser establecido como un límite de época en las obras literarias medievales. Mezey también negó el uso deliberado de la ritmicidad y las diferentes expresiones en varios aspectos, en cambio, en muchos casos aparecen imitaciones de tradiciones literarias europeas antiguas existentes (por ejemplo, Cicerón ). Horváth negó esta última afirmación, según él, existen diferencias fundamentales entre la prosa rítmica antigua (cantidad de sílabas) y medieval (énfasis en las palabras). Afirmó que Cicerón no era muy conocido en la época. En respuesta, Mezey citó a Ludwig Traube , quien periodizó la historia de la prosa rítmica durante 1050 años (400-1450), por lo tanto, este método no es adecuado para separar secciones de la crónica húngara. Citando literatura extranjera (por ejemplo, Max Manitius ), Mezey demostró que Cicerón tuvo un profundo efecto en los autores medievales. Mezey resumió que debe hacerse una distinción entre el uso consciente y esporádico, ocasional de la prosa rítmica ( cursus ). La prosa rítmica no se limitó a un período determinado, está presente en toda la literatura en lengua latina, especialmente en las obras narrativas. Horváth criticó a Mezey por confundir deliberadamente la prosa rítmica métrica de la Antigüedad y la prosa rítmica de la Edad Media, basada en el acento en las palabras, a pesar de que ambas tienen un conjunto de reglas, cuyo uso solo pudo haber sido consciente por parte de los cronistas. En este último caso, los autores utilizaron sólo tres cláusulas ( venox , planus , tardus ) en el siglo XII, por lo que las obras de Cicerón y sus contemporáneos romanos no podían ser modelos para ellos. Horváth afirmó que no hay señales de aparición de prosa rítmica en la Europa medieval antes de 1100. Citó al erudito alemán Harry Bresslau , quien enfatizó que la continuidad histórica de la prosa rítmica se rompió gradualmente después de la caída del Imperio Romano de Occidente con respecto a los cronistas narrativos y las obras litúrgicas ( oratio ) también. [74]
János Győry rechazó por completo el método de trabajo de Horváth y los resultados de su análisis, teniendo en cuenta la abundancia de errores factuales y suposiciones infundadas. Argumentó que el obispo Nicolás fue mencionado como una persona fallecida en la carta fundacional de Tihany de 1055, lo que excluye su autoría. Győry acusó a Horváth de categorizar los textos de una manera imaginativa, sin ninguna base, definiéndolos como prosa rimada o rítmica. Según él, Horváth trabajó según un enfoque obsoleto e ignoró que el número de sílabas no tenía ningún papel en la prosa rimada medieval, que se basa en la rima pura ( similiter cadens ) y el mismo número de palabras acentuadas. En su tesis, Horváth determinó un total de 1.250 cláusulas como prosa rimada. Győry cuestionó esto para 1.017 cláusulas, acusando a Horváth de crear arbitrariamente "poemas truncados". En respuesta, Horváth dio una definición diferente de prosa rimada (dos puntos de igual longitud en lugar de acento gramatical). Escribió que no se puede hablar de prosa rítmica consciente antes de finales del siglo XII. [75]
En su reseña final, Béla Karácsonyi insinuó sutilmente antagonismos personales entre los académicos (quizás debido a la concesión del Premio Kossuth a Horváth, Jr. en 1955). Karácsonyi criticó a László Mezey por hablar sólo en generalidades y no proporcionar argumentos ni hechos concretos. Karácsonyi apoyó los hallazgos de Horváth, argumentando que el ritmo de la prosa métrica de la época romana desapareció en el siglo VII y la prosa rítmica medieval (el acento en las palabras) apareció solo a fines del siglo XII. Karácsonyi consideró que la reseña de Győry era subjetiva y estaba llena de ataques personales. Argumentó que si la vida académica acepta la definición de prosa rimada de Győry, según la cual quiere vincular su existencia a la ley del acento en las palabras, "no habría un solo texto coherente en la literatura mundial que pudiera clasificarse como prosa rimada". Por el contrario, la definición de Győry de prosa rítmica ligada era demasiado permisiva, según Karácsonyi. Añadió que, tras examinar el texto, Győry criticó erróneamente los hallazgos de Horváth en muchos lugares. [76] Después de 60 años, Bernadett Benei analizó el debate que se desarrolló sobre la tesis de Horváth. Argumentó que su definición de la prosa rítmica medieval está en línea con la literatura internacional, que también sitúa su aparición a finales del siglo XII. Sin embargo, Benei argumentó que el análisis estilístico por sí solo no es suficiente, sino que también deben tenerse en cuenta los resultados de otras investigaciones (por ejemplo, históricas, filológicas, crítica de fuentes, historia social), pero Horváth también enfatizó esto en su obra. [77] Gyula Kristó, quien analizó el texto en cuanto a lexicografía y fraseología (ver abajo), encontró que el 63 por ciento del texto de la crónica no contiene elementos de prosa rítmica, por lo que la mayoría del texto fue escrito antes de la década de 1240 (cuando la prosa rítmica se extendió en Hungría). [78]
Imre Madzsar examinó el texto de la crónica con el método de la lexicografía en 1926. Como se mencionó anteriormente, descubrió que la Urgesta tiene un estilo de lenguaje uniforme cuando narra los eventos desde la revuelta de Koppány hasta el reinado de Géza II (capítulos 36-70), por lo que fue compilada en la segunda mitad de la década de 1150. Argumentó que se pueden detectar muchas expresiones y giros de frase en diferentes partes del texto, por ejemplo, la frase bíblica " per me reges regnant ". Encontró en total 56 términos idénticos a lo largo de la crónica hasta mediados del siglo XII. Madzsar se dio cuenta del uso frecuente de frases bíblicas en general. Varios historiadores no aceptaron los hallazgos de Madzsar. [79] Bálint Hóman argumentó que un autor medieval tenía el mismo conjunto estilístico, a menudo tomando textos completos de otras obras para representar eventos similares (por ejemplo, batallas). También consideró que una parte significativa de las 56 frases son demasiado comunes para sacar conclusiones estilísticas. [80] Sándor Domanovszky criticó a Madzsar por no hacer una distinción entre una crónica original y una crónica interpolada. Los continuadores posteriores generalmente imitaron el estilo lingüístico de sus predecesores. [79] János Horváth consideró que las frases independientes no son adecuadas para sacar conclusiones, sino que la redacción en su conjunto debería ser el tema de la investigación. [81]
Gyula Kristó incluyó la gesta de Anonymus en los estudios fraseológicos como texto de control. Tanto la crónica húngara como la Gesta Hungarorum contienen elementos y frases caballerescas (por ejemplo, fides , largitas , audacia y gloriosus ). Ambas obras proyectan la virtud caballeresca en tiempos muy anteriores (por ejemplo, la era de la toma de tierras húngara ). Dániel Bagi analizó la historia del duelo del duque Béla con un guerrero pomerano : encontró paralelos contemporáneos: la crónica de Galberto de Brujas y la Vita Mathildis de Donizo . En consecuencia, las descripciones de duelos en las crónicas medievales precedieron al apogeo de la literatura caballeresca, pero la representación épica permite concluir que esta parte del texto fue creada después de principios del siglo XII. Tanto Anonymus como la Urgesta mencionan a los extranjeros con epítetos condenatorios. El primero se refiere a los valacos y eslavos de Transilvania con el indicador vilis ("vil"), mientras que el segundo utiliza la misma frase para los pechenegos y los escekelios . Los términos superbia o superbus también aparecen en ambas obras en relación con los extranjeros. El topos furor Teutonicus ("furia alemana") aparece en el texto de la crónica cinco veces; refleja los estudios del autor en Francia. Kristó destacó que la antipatía hacia los extranjeros solo apareció en Hungría a principios del siglo XIII. Además, Kristó también consideró que la frase " de genere [nombre]" tiene un papel determinante de la edad, ya que este término aparece solo en registros contemporáneos desde 1208.
Tanto Anonymus como la crónica húngara conocen bien el derecho romano , lo demuestra el uso frecuente de ius y sus derivados, además de los términos culpa , sceleratus o legittimus . El cronista utilizó la redacción de fórmulas de diploma de la época. El autor de la crónica húngara también conocía la historia de la guerra de Troya y la utilizó como inspiración, cuando narró el asedio de Belgrado ocurrido en 1071. Tanto Anonymus como la Urgesta utilizan con frecuencia el término " magister " para referirse a los eruditos de las universidades occidentales. Esto también fortalece la educación del cronista en Francia. A partir de la segunda mitad del siglo XII, las crónicas a menudo describen la apariencia de una persona de arriba a abajo. El autor de la Urgesta aplica el mismo método en relación con Béla I y Coloman. Tanto Anonymus como la crónica utilizan el método de la " oratio recta " ("discurso directo"), cuando citan personas históricas en sus narraciones. Ambas obras se caracterizan por el detalle de los acontecimientos bélicos. Utilizan frases que pueden compararse entre sí (p. ej. totus exercitus ). También aparecen palabras raramente utilizadas en los dos textos (por ejemplo, astur ). La palabra consiliarius también aparece en la crónica; además, solo una carta no auténtica usa este término de 1209. Esto también refuerza la teoría de Kristó sobre una redacción a gran escala a principios del siglo XIII. Kornél Szovák enumeró 20 frases únicas que solo aparecen en el texto de la crónica (dos de ellas son solo errores tipográficos). Szovák encontró solo cuatro términos de este tipo en la Gesta Hungarorum . [82]
Kristó consideró que la crónica puede describirse como una obra con una redacción unificada, que fue compilada en algún momento entre 1210 y 1235. El cronista fue contemporáneo de Anónimo, ambos asistieron a una universidad extranjera, posiblemente en Francia. Debido a las características estilísticas individuales, la identidad del cronista con Anónimo puede descartarse. A diferencia de otros académicos, Kristó consideró que un solo autor creó la parte existente del texto que narra la historia de los siglos XI y XII. [83]
Bernadett Benei analizó exhaustivamente la sección de los siglos XI y XII del texto latino de la crónica húngara (es decir, desde la Urgesta hasta la hipotética redacción de principios del siglo XIII) en su tesis académica de 2022.
Basándose en el examen de la morfología del texto , Benei destacó que el texto muestra rasgos clásicos del latín medio, donde las distinciones entre pronombres a menudo son borrosas. Los pronombres demostrativos y los pronombres posesivos a menudo se confunden. Algunas preposiciones tienen una connotación diferente en comparación con el latín clásico, o sufren un cambio de significado. También hay un signo de hebraísmo en la estructura acusativa de algunas preposiciones. Al dirigirse a monarcas y otras personas de alto rango, a menudo aparece la conjugación adjetiva superlativa. La conjugación muestra características clásicas del estilo latino medieval. Según Benei, varios fenómenos prueban la unidad lingüística del texto, pero también hay signos de fragmentación del texto. [84]
Bernadett Benei también analizó las estructuras de participios. Basándose en ello, descubrió que el cronista no identificado seguía en general las reglas gramaticales del latín clásico, pero también hay características del latín medieval. Por ejemplo, el autor utilizó la oración subordinada introducida por una conjunción en lugar de accusativus cum infinitivo en 76 casos, mientras que aplicó estructuras de participios en 99 casos. Están distribuidas uniformemente, excepto en los capítulos 122-126, que narran la batalla de Mogyoród y la visión de San Ladislao, donde solo aparece la gramática del latín medieval en este contexto. Por lo tanto, Benei argumentó que esta sección tal vez fue escrita poco después de la canonización de San Ladislao (1192). El examen del ablativus absolutus también marcó esta sección (capítulos 120-128) como un texto con un lenguaje marcadamente latino medieval. Esto puede reforzar la teoría de la redacción de un solo autor de Gyula Kristó y Kornél Szovák con respecto a la actividad de Ladislao I. La difusión de las estructuras gerundivas se puede observar en el contexto del texto en su conjunto, de manera similar a las hagiografías contemporáneas y los textos históricos en Hungría. Este y otros fenómenos gramaticales fortalecen la unidad del texto. Nominativus cum infinitivo , sin embargo, está distribuido desproporcionadamente en el texto, lo que muestra más bien la fragmentación, pero esto podría incluso ser un remanente de una edición anterior, completamente sobreescrita posteriormente. [85]
El cronista exhibe todas las estructuras de tiempo en su obra. Usó con mayor frecuencia praesēns perfectum (1293 casos) como predicado de la oración principal, mientras que el uso de praeteritum perfectum es solo ocasional. La estructura coepisse + infinitivus (20 casos) refleja el fenómeno lingüístico del latín medieval. [86] También está el uso de coniunctivus en varios lugares del texto. En cuanto a las estructuras coordinadas , la coordinación conjuntiva ( et ) aparece con mayor frecuencia. Las conjunciones et y que tienen significados opuestos en lugares cercanos entre sí, lo que más bien apoya la no uniformidad del texto, pero esta última generalmente conduce a la cláusula en varias partes del corpus, lo que puede probar la uniformidad. En cuanto a las coordinaciones adversativas, a menudo pierden su énfasis y pueden corresponderse con el significado "a su vez". La conjunción autem ("a saber") aparece exclusivamente solo en la sección que narra la historia de Salomón y sus primos. [87] En cuanto a las estructuras subordinadas , en varios casos hay desviaciones de las reglas de la gramática latina clásica (entre las 73 oraciones adverbiales de sujeto y objeto, el 19 por ciento se desvía, mientras que entre las 50 construcciones adverbiales de propósito, el 40 por ciento no siguen la gramática latina clásica). También hay oraciones adverbiales consecuentes (21, ocho de ellas muestran fenómeno del latín medieval), oraciones causativas (89), oraciones tensas, oraciones comparables (84) y oraciones aplicables (226, abrumadoramente qui ). [88]
János Horváth, Jr. dividió el texto de la crónica en tres partes según el estilo y el ritmo (véase más arriba). Bernadett Benei argumentó que hay elementos estilísticos que conectan estas partes, principalmente el uso de figuras retóricas como la anáfora , la epístrofe , el pleonasmo , el sinezeugo y la antonomasia . La "corona" como principal alegoría del Reino de Hungría se puede encontrar en todo el texto. El cronista utilizó a menudo el recurso de la metonimia y la aliteración . La mayoría de los recursos estilísticos prueban la unidad del texto, según Benei. También comparó el texto con las Gesta Hungarorum . Creía que hay una coincidencia del 65-70% entre los dos textos gramatical y estilísticamente. Añadió que el conocimiento del latín del cronista parece más sofisticado que el de Anonymus. En conclusión, Benei descubrió dos capas lingüísticas en el texto de la crónica: el texto anterior tenía más en cuenta las reglas lingüísticas del latín clásico, mientras que el segundo, con características del latín medio, fue creado durante una redacción a gran escala. El segundo estilo prevalece con más fuerza en los capítulos 121-128: aquí es donde el texto original ha sido reeditado y reescrito en mayor medida. Benei estimó que la proporción de latín clásico y latín medieval en todo el texto es de aproximadamente el 60-40%. Según Benei, fue posible probar gramaticalmente la tesis de Gyula Kristó sobre la redacción a gran escala, que probablemente ocurrió en las primeras décadas del siglo XIII. Benei afirmó que en el texto de la crónica hay algunos indicios débiles de que el cronista puede haber pertenecido a los cistercienses . [89]
Además del elemento estilístico de los hebraísmos (por ejemplo, accintus est gladio o in saecula saeculorum ), el texto de la crónica de los siglos XI y XII contiene 29 citas completas (una de ellas también formaba parte del ordo de coronación de Egberto ) y 57 paráfrasis de la Biblia. Además, también hay frases y líneas bíblicas que sirven como fondo del símil. [128]
Algunas narraciones fueron escritas a partir de historias bíblicas bien conocidas. Según Péter B. Kovács, el Sitio de Belgrado en 1071 (capítulo 105) se describe como similar a la historia de David y Goliat en su conjunto de motivos y lexicografía. [129] László Veszprémy encontró paralelos bíblicos con la historia de San Esteban ciñéndose una espada. [130] Dániel Bagi enfatizó la naturaleza de la prueba del duelo del duque Béla con un guerrero pomerano. [131]