Dilapidó la fortuna de su padre en siete años y se dedicó a escribir para sobrevivir.
Su experiencia naval le sirvió de inspiración en narraciones como Kernock el pirata (1830), Atar-Gull (1831), La Salamandra (2 v.
Estuvo fuertemente influenciado de las ideas socialistas, y en especial del socialismo utópico, que emergían en aquella época en el escenario político europeo, dejándolas plasmadas en su gran obra Los misterios de París y también en El judío errante; estos dos libros fueron dramatizados por el propio Sue.
Escribió también "Venganza africana", publicada en español en la colección "La novela ilustrada", editada en la calle del Olmo, 4 de Madrid.
Siete años después de la publicación Los misterios del pueblo, un revolucionario francés llamado Maurice Joly plagió fragmentos del trabajo de Sue en su folleto antinapoleónico, "Diálogos en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu", que a su vez fue posteriormente adaptada por el prusiano Hermann Goedsche en 1868 en un trabajo titulado Biarritz, en el que Goedsche sustituyó por Judíos a los "infernales conspiradores jesuitas" escritos por Sue.