William Congreve

De hecho, fue uno de los dramaturgos más atacados por el obispo Jeremy Collier en su panfleto A Short View of the Immorality and Profaneness of the English Stage (1698) hasta el punto de que el comediógrafo le dirigió una larga respuesta titulada Amendments of Mr.Padecía gota y estaba medio ciego por cataratas, y vivió hasta su muerte con las no escasas regalías de sus primeras obras, que completó con otros trabajos.Se entrevistó con Voltaire durante su exilio inglés, aunque ya no le gustaba hablar de teatro."Incluso quienes actúan como objetivo de sus dardos, los palurdos, las elegantes mujeres maduras, pero aún seductoras, expresan sus rarezas con un verbo tan distinguido que se evita rozar la brutalidad".[3]​ Así, en su obra maestra El camino del mundo (1700), la anciana lady Wishfort (esto es, Wish-for-it, "Lodesea") se expresa en estos términos:
Retrato de William Congreve por Godfrey Kneller (1709)