[1] El edificio se encuentra situado en la Plaza Louis XVI, creada en 1862 en el marco de la campaña urbanística del barón Haussmann, y está clasificado monumento histórico desde 1914.
Cuando acaba la restauración, la capilla se convierte en un tema político clave que levanta pasiones por ser percibida como una herencia del Antiguo Régimen.
Se la somete a una restauración parcial durante el Segundo Imperio y luego es amenazada con su demolición en múltiples ocasiones, aunque ninguna de las propuestas de destrucción llegó a ejecutarse.
Este ya era conocido por los proyectos que había realizado para Napoleón junto a su compañero y recurrente colaborador Charles Percier.
La decoración de la fachada de la capilla se nutre del repertorio arquitectónico clásico: el entablamento, la parte horizontal sostenida por las columnas, se compone de un arquitrabe liso, un friso en que se alternan triglifos y metopas y una cornisa.