But I'm a Cheerleader
Está protagonizada por Natasha Lyonne en el rol de Megan Bloomfield, una chica aparentemente feliz y heterosexual.El resto del reparto lo configuran Clea DuVall, Cathy Moriarty, RuPaul, Mink Stole y Bud Cort.Cuando la película fue catalogada como NC-17 (No Children 17 and Under Admitted: prohibida a menores de 17 años) por la Motion Picture Association of America (MPAA), Babbit realizó ciertos cortes para que pudiera ser recatalogada como R (Restricted: «restringida», apta para menores acompañados por adultos).Ante Mary y los demás, Megan se da cuenta de que efectivamente es lesbiana.Este hecho, que va en contra de sus creencias religiosas, le causa un gran dolor, y decide poner todas sus energías para convertirse en heterosexual.Durante el transcurso del programa, Megan se hace amiga allí de otra chica, la estudiante universitaria Graham (DuVall).Graham tiene miedo de enfrentarse a su padre y se queda en True Directions.Babbit y Sperling (como productor) consiguieron que Michael Burns (entonces vicepresidente de Prudential Insurance) les asegurara la financiación necesaria tras enseñarle el guion en Sundance.[2] Babbit quería que la película representara la experiencia lésbica desde la perspectiva femme para contrastarla con varias películas que habían adoptado la perspectiva butch como Go Fish y The Watermelon Woman).[10] Como no se sentía cualificada para redactar el guion ella misma, Babbit contrató al guionista y recién graduado de USC School of Cinematic Arts Brian Wayne Peterson.[9] Ella había disfrutado del corto Sleeping Beauties y tenía ganas de trabajar con Babbit.Una actriz cuyo nombre no se conoce quería interpretar el papel pero finalmente lo rechazó por sus fuertes creencias cristianas y porque no quería que su familia viera su cara en el cartel promocional.[7] Babbit consideró por un tiempo a Rosario Dawson para el papel de Megan, pero su productor ejecutivo la persuadió de que Dawson, que es hispana, no sería la mejor elección para un personaje típicamente estadounidense.[2] Como Mike, RuPaul realiza una de sus escasas participaciones en una película desde el mundo drag.Nikki Sullivan en A Critical Introduction to Queer Theory señala que este redescubrimiento se muestra como algo difícil y sin éxito en lugar del descubrimiento natural de su heterosexualidad latente.[17] La película recibió la calificación M (audiencias maduras) en Australia, 14A en Canadá, 12 en Alemania y 15 en el Reino Unido.[10][19] La película se retiró del cartel a las ocho semanas, habiendo sido distribuida finalmente en un total de 115 salas.Además del tráiler, posee una entrevista con Jamie Babbit y contenido detrás de las cámaras.[27] En general, las críticas coinciden en que se trata de una película con muy buenas intenciones pero con fallos.[33] Otros personajes, especialmente los masculinos, fueron descritos como «chocantes» y «nada salvo meros estereotipos».[34][33] Varios revisores compararon la película con las del director John Waters pero sin llegar a dicho nivel.[38] Por el contrario, LaSalle dijo que «la película consigue realizar un sentido mensaje sobre las dificultades de crecer siendo gay» y Timothy Shary dijo que la película desafía abiertamente a la homofobia y ofrece apoyo a los espectadores adolescentes gais.Jan Stuart dijo en The Advocate que aunque la película intenta subvertir los estereotipos sobre los gais, no lo consigue.A pesar de estos comentarios dijo que la película era en general divertida y entretenida.Los artistas que la componen pertenecen al género indie, tales como Saint Etienne, Dressy Bessy y April March.[44] RuPaul contribuyó en una canción, Party Train, con la que el personaje de Eddie Cibrian, Rock, se muestra en la película bailando a su son.Con 18 canciones originales, fue dirigida por Daniel Goldstein, mientras que Chandra Lee Schwartz hacía de Megan.