John Waters

Es reconocible por el característico y finísimo bigote que luce en homenaje a Little Richard.

Fue estudiante en la New York University (NYU) en la ciudad de Nueva York, sin embargo aquello no era lo que él esperaba: «NYU...Estuve allí como cinco minutos.

Además de Divine, el grupo incluía a Mink Stole, Cookie Mueller, Edith Massey, David Lochary, Mary Vivían Pearce y otros.

Tres clásicos de esta época, Pink Flamingos, Female Trouble, y Desperate Living, forman la Trash Trilogy (Trilogía Basura), que violentó los límites del decoro, lo convencional y, desde luego, la censura cinematográfica.

Fue rodada en una sola toma sin efectos especiales: un pequeño perro defeca en la calle y Divine se come los excrementos del animal.

En 2000 rueda con Melanie Griffith y Stephen Dorff Cecil B. Demented, y en 2004 estrena la sátira sexual A Dirty Shame, tan irreverente como alguno de sus primeros trabajos, protagonizada por Tracey Ullman, Johnny Knoxville, Chris Isaak y Selma Blair, convertidos en una suerte de apóstoles de las perversiones sexuales.

[2]​ Aunque posee apartamentos en Nueva York, San Francisco y una casa de veraneo en Provincetown (Massachusetts), Waters todavía mantiene su residencia en su ciudad natal, Baltimore (Maryland), donde rodó sus películas.

Normalmente John Waters descubre un actor y sigue contando con él en sus siguientes filmes.

Para ser considerado un dreamlander no es condicio sine qua non tener una prolífica carrera como actor a las órdenes de John Waters, basta con haber participado en una o dos de éstas, siendo más o menos clara la adscripción underground, como la ex estrella del porno Traci Lords, que apareció en Cry-Baby (1990) y Los asesinatos de mamá (1994) o Danny Mills, con su única participación en Pink Flamingos (1972).

John Waters.