[4] Estudios de antropología en el ámbito de diversas culturas étnicas han demostrado que el hombre empezó a fabricar accesorios decorativos que no tenían ningún uso práctico aunque sí podían tener un sentido mágico o religioso.
Esos primitivos complementos del vestuario, por lo general colgantes tallados para adornarse, permitieron el desarrollo de su creatividad.
Desde mediados del siglo XVIII, en Francia, la asociación ideológica de dramaturgos como Diderot y Voltaire con actrices y actores como La Clairon, Favard, Lekain o Garrick, supuso elevar el vestuario a categoría de elemento teatral: "el actor debía vestirse como el personaje representado".
A menudo, un actor vestido de calle no es reconocido como el personaje que le ha hecho famoso.
[9] Algunos ejemplos clásicos son: El vestuario está íntimamente relacionado con el maquillaje, más aún en el caso de las caracterizaciones.