Es una forma de completa autonomía personal o colectiva, identificada con la independencia en sus aspectos económicos.
Tal cosa no ocurría ni siquiera en épocas prehistóricas o en sociedades primitivas, aunque no mantuvieran una economía de mercado desarrollada o una completa división del trabajo, como demuestran la arqueología y la antropología.
En ese contexto se desarrolló la autarquía como una opción voluntaria del fascismo el nazismo o franquismo (para el que en realidad fue una imposición, dada la situación política durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra).
El estadio actual del desarrollo económico no puede ser más opuesto al autoabastecimiento: es la globalización, que se desarrolló en la segunda mitad del siglo XX como consecuencia de factores científico-tecnológicos (revolución científico-técnica, revolución informática, revolución verde, biotecnología) y geopolíticos (primero la descolonización -en torno a 1960- y después la caída del bloque comunista -desde 1989-).
La autosuficiencia para el autoconsumo alimentario se vincula a la independencia económica de las estructuras sociales superiores, desde la familia al Estado.