Soberanía alimentaria

Este concepto, tal como fue definido por la FAO, se centra en la disponibilidad de alimentos nutritivos y culturalmente adecuados.

Allí, se describe como "el derecho de todo hombre, mujer o niño, ya sea sólo o en común con otros, de tener acceso físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla de formas consistentes con la dignidad humana".

Posteriormente, en 1974, surge con fuerza el concepto de seguridad alimentaria, el cual fue tomado por organismos internacionales como la FAO y la OMC para fundamentar sus acuerdos sobre agricultura.

En contraste, el concepto de soberanía alimentaria no existía como tal hasta 1996.

Ese mismo año, se crea el Movimiento por la Soberanía Alimentaria, lo que deriva en la creación del Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria,[9]​ el cual comenzó a tener más influencia en las decisiones internacionales.

Citan como ejemplo los acuerdos internacionales, regionales o bilaterales de la OMC que permiten a las empresas monopolizar el mercado.

Su objetivo, en palabras de la activista y participante en el Foro Esther Vivas era: “llevar a cabo un debate estratégico sobre qué se entiende desde los movimientos sociales por soberanía alimentaria, qué propuestas concretas se reivindican y cómo llevarlas a cabo”.

Un día antes del inicio del foro se celebró, en el mismo recinto, un encuentro promovido por la Marcha Mundial de Mujeres con dos objetivos concretos: poner en común las opiniones de las mujeres sobre soberanía alimentaria y establecer aportaciones conjuntas al foro.

[15]​ Durante el 2020, se puso en acción el plan Argentina Contra el Hambre, con el fin de continuar trabajando y fortaleciendo la temática.

[16]​ Sin embargo, resultó ser un fracaso,[17]​[18]​[19]​ y en 2022 dejó de existir formalmente.

[21]​ Fortalecimiento a Merenderos y Comedores Comunitarios y Escolares Se da a partir del abordaje comunitario de la problemática, mejorando los servicios en instituciones de gestión estatal.

Un aspecto a destacar en relación con la soberanía alimentaria es que se están revalorizando los sistemas de almacenamiento ancestrales como son las pirwas, los kayros, las colkas y otros.

[23]​ En cuanto a los indicadores sobre seguridad alimentaria, estos han mejorado al pasar el tiempo, pues hay más producción, más consumo, y los niveles de la población han mejorado, pero todavía hay mucho por hacer ya que aunque existen importantes leyes promulgadas en los últimos diez años, la falta de reglamentos y su vaga ejecución, no han permitido implementar programas y proyectos de seguridad y soberanía alimentaria, situación que se ve reflejada en los datos indicados por el Mapa Mundial del Hambre que presenta el World Food Program (Programa Mundial de Alimentos), donde se expresa que el 20% de los bolivianos no acceden a suficiente comida.

Esto implica que la población está siendo abastecida con alimentos cada vez más contaminados.

El índice de precio al consumidor (IPCA), que mide la inflación oficial del país, avanzó 2,44%  en 12 meses hasta agosto (2020).

Los datos divulgados por el  Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE), mostraron que el arroz está casi un 20% más caro en comparación con su precio a inicio del año, también el precio del  feijão mulatinho (porotos negros) subió un  32,6%, la abobrinha (zuchinni)  46,8%, y la  cebolla 50,4%.

[26]​ Una de las causas del aumento de los precios es que las exportaciones son más lucrativas, ya qué en cuestiones de cambio un dólar más caro estimula a las exportaciones puesto que recibirlos les otorga más rentabilidad a los productores y por esto prefieren producir para el mercado externo.

La forma con la cual la agricultura industrial actual en Brasil se relaciona con el medio ambiente es extremadamente desgastante e insustentable.

Hay datos que demuestran que los cultivos agrícolas cada vez están más simplificados y homogéneos, lo que conlleva al empobrecimiento de los suelos, uso y desperdicio exagerado del agua, polución del ambiente, debilitamiento de las especies nativas y la degradación de las reservas naturales.

Colombia cuenta desde el año 2000 con Guías Alimentarias[28]​ enfocadas a la población mayor de 2 años y con guías para la población menor de dos años así como para madres gestantes y en lactancia.

En términos de carencia alimentaria, esta se concentra principalmente entre la población adulta, urbana y no indígena.

La prolongada inestabilidad de la moneda local ha llevado a una dolarización parcial de la economía, impulsando las disparidades entre aquellas personas que tienen acceso a dólares estadounidenses y la mayor parte que no lo tienen.

En Nicaragua hay una oferta estable y suficiente de alimentos, evidenciada en el comportamiento creciente de la producción agropecuaria (granos básicos y ganado vacuno), aunque no es suficiente para cubrir la demanda necesaria.

En cuanto a los alimentos del mar sólo el 10% de la extracción de jurel se hace mediante pesca artesanal y el 90% restante lo extrae el sector industrial para elaborar principalmente harina y aceite para ser exportados a China, Japón, Taiwán y Alemania, factores como este contribuyen al bajo consumo per cápita de pescado.

La extrema vulnerabilidad por las condiciones medioambientales y la falta de acceso a la tierra para la producción campesina, caracterizan el tejido rural en Guatemala.

Mujeres de Vía Campesina
Mujeres de Vía Campesina