[4] Al no poseer un tema central para el proyecto, usaron varios experimentos en un intento divergente de estimular el proceso creativo.
[6] Al parecer el grupo se pasaba períodos largos trabajando con sonidos simples, o un riff en particular de guitarra.
También pasaron varios días en los estudios Air, intentando crear música con una variedad de objetos caseros, proyecto que retomarían en el período entre sus dos siguientes discos, The Dark Side of the Moon y Wish You Were Here.
[9] «One of These Days» se desarrolló en torno a una línea de bajo en ostinato creada por Roger Waters.
Waters y David Gilmour ejecutaron la línea usando dos bajos eléctricos, uno de ellos con las cuerdas desgastadas.
[12] Se preparó una mezcla cuadrafónica del álbum en los estudios Command entre el 21 y el 26 de septiembre, aunque nunca llegó a lanzarse al mercado.
«San Tropez», que aparece a continuación, es un tema pop con toques de jazz compuesto por Waters con un tempo shuffle.
[16][nota 1] Aunque «Seamus» a menudo encabeza las encuestas de las peores canciones jamás creadas por Pink Floyd, la banda volvería a utilizar sonidos de animales en Animals —aunque como parte del concepto del álbum—.
La primera vez que se interpretó fue en Norwich el 22 de abril de 1971 bajo el título «Return of the Son of Nothing»;[18] le dedicaron aproximadamente seis meses en tres estudios distintos (Morgan, Air y Abbey Road).
[14] También sirvió para darle nombre al álbum recopilatorio Echoes: The Best of Pink Floyd, en el cual se incluyó una edición muy retocada de la pista.
En dicha versión, la canción sufre muchas ediciones hasta rebajar el tiempo de duración en unos siete minutos.
Parte del material compuesto durante la preparación de Meddle nunca llegó a utilizarse, aunque una de estas canciones sí llegó a ver la luz convertida en «Brain Damage», del álbum The Dark Side of the Moon.
[21] Aubrey Powell, colega de Thorgerson, comparte esa idea: Meddle es un desastre.
Creo que no les hicimos justicia con eso en absoluto; se nota desganado.
Jean-Charles Costa de la revista Rolling Stone escribió «Meddle no sólo confirma al guitarrista líder David Gilmour como un baluarte dentro del grupo, sino que también afirma de forma enérgica y precisa que la banda vuelve al camino del crecimiento»,[33] y NME lo llamó «un álbum excepcionalmente bueno».