[3][2][4] Su objetivo será detectar y caracterizar los volátiles polares lunares.
[3] A largo plazo, Rusia considera la posibilidad de construir una base tripulada en la cara oculta de la Luna que aportaría beneficios científicos y comerciales.
[6][7][8] El taladro de percusión está diseñado para bajar hasta 2 metros y recoger muestras de hielo cementado para un laboratorio miniaturizado a bordo llamado ProSPA.
[3][6] La carga útil científica consta de quince instrumentos.
[11][12] El módulo de aterrizaje contará con 15 instrumentos científicos que analizarán el regolito, el plasma de la exosfera, el polvo y la actividad sísmica.