[6] Aparentemente Saba era una sociedad matriarcal en la que el poder político era pasado a los descendientes monárquicos por vía femenina.
[3] Ruinas en muchos otros países, entre ellos Sudán, Egipto, Etiopía e Irán se han acreditado como Sheba, pero con sólo una evidencia mínima.
Esta realidad económica y social contrastaba notablemente con la de los habitantes del norte, donde persistía una cultura nómada.
El reino de Saba estableció relaciones comerciales con Etiopía, Egipto, Mesopotamia y la India, gracias a que los sabeos eran experimentados navegantes.
Esta capacidad tecnológica fortaleció la fertilidad de sur peninsular, también conocido como la Arabia feliz.