Ese nombre encontrado en la inscripciones mayas era el topónimo Hix Witz, que en lengua maya significa ‘cerro del jaguar’[2][3] Los estudiosos que habían reconocido el nombre por más de veinte años y que lo vincularon con un sitio real, desarrollaron entonces un proyecto de investigación en Zapote Bobal y lo denominaron Proyecto Petén nor-occidente, que en la actualidad es dirigido por los arqueólogos James Fitzsimmons del Middlebury College) y Laura Gámez de la Universidad de Pittsburgh.(PNO).
varias pirámides (templos) y residencias para las élites de la comunidad que ahí vivió.
[3][4] Zapote Bobal parece haber tenido vínculos con algunos de los sitios mayores del mundo maya antiguo.
No todas las imágenes que permean de Zapote Bobal son negativas: el señor B'alaj Chan K'awil de Dos Pilas, un sitio importante en el Petexbatún, parece haberse ido a Zapote Bobal buscando un refugio temporal en el siglo VIII.
[4] La mayor influencia sobre Zapote Bobal parece haber sido la que ejerció su vecino del norte, El Perú (Waká), habiendo datos, producto de las investigaciones arqueológicas, que ofrecen evidencia de la conexión existente entre las dos ciudades mayas.