La yurta (en lenguas turcas; en mongol: Гэр; romanización: ger)[1] es una vivienda utilizada por los nómadas en las estepas de Asia Central.
En la Edad Media, la vida nómada de los turcos obligó a que tuvieran una vivienda para sus constantes desplazamientos.
[3] Las yurtas han sido una característica distintiva de la vida en Asia Central durante al menos tres mil años.
Las actuales conservan la forma, pero los materiales utilizados en su construcción se han cambiado por otros más evolucionados y mejorados tecnológicamente.
Sus partes más diferenciadas eran: En Kazajistán las mujeres son responsables de ensamblar y desensamblar las yurtas.
La madera para hacer la estructura externa no se encuentra en las estepas sin árboles, y debe obtenerse comerciando en los valles de abajo.
El Ger mongol tiene una o más columnas para sostener la corona y postes de techo rectos.
Los símbolos que representan la fuerza son, por ejemplo, el temdeg o khas (swastika), las cuatro poderosas bestias (león, tigre, garuda – una especie de aviar y dragón), así como representaciones estilizadas de los Cuatro elementos (fuego, agua, tierra y aire), considerados los elementos fundamentales e inmutables del cosmos.
Tales patrones se usan comúnmente en el hogar con la creencia de que traerán fuerza y ofrecerán protección.
Todos los patrones se pueden encontrar no solo entre las propias yurtas, sino también en bordados, muebles, libros, ropa, puertas y otros objetos.
Esta estructura de tres pisos incluye una cafetería, oficinas y apartamentos VIP, así como un gran auditorio con 3000 asientos.
[9][10] El diseño del ger mongol se desarrolló a partir de sus antiguas formas simples para integrarse activamente con la cultura budista.
En Europa, se está produciendo en varios países una aproximación más cercana a la yurta de Mongolia y Asia Central.