Dos de sus hermanos, Balduino y Enrique, fueron emperadores en Constantinopla.
Pedro envió a Yolanda a Constantinopla mientras luchaba contra el Despotado de Epiro, lucha en la que Pedro fue capturado.
Al desconocer qué había pasado con su esposo, probablemente muerto, Yolanda gobernó como regente.
Se alió con los búlgaros contra diversos estados bizantinos y fue capaz de establecer la paz con Teodoro I Láscaris del Imperio de Nicea, que se casó con su hija.
[3] Al encontrarse Roberto en Francia en ese momento, técnicamente no hubo emperador hasta su llegada en 1221.