Según este testimonio, Valdelomar lo habría escrito hacia 1904, es decir, al concluir su secundaria y estando para ingresar a la Universidad.Es posible que esta novela corta haya sido no sólo retocada, sino, incluso, totalmente reescrita a tono con los progresos de Valdelomar en el oficio y con las nuevas experiencias suyas durante su estadía en Ica durante la Semana Santa de 1916.Sin embargo, en el texto permaneció la historia central: el suicidio del adolescente Manuel, cuyo modelo real parece haber sido un familiar lejano del autor: José Manuel Cornejo (a quien llamaban José Cuneca).Tan mal se puso el joven que lo mandaron donde su madre, la señora Eufemia, quien radicaba en Ica.En Semana Santa la familia Valdelomar viajó a Ica, alojándose en la casa de la abuelita.En Jueves Santo desfilaban los hacendados con sus ofrendas hacia la Iglesia del Señor de Luren.Al terminar pidió permiso para retirarse, y montando su caballo, se perdió raudo por el camino.A los niños no se les permitió conocer los detalles del suceso.Durante el sepelio, un cortejo conformado mayormente por gente joven despidió para siempre al amado Manuel.La familia Valdelomar retornó a Pisco en medio de una tristeza que perduraría por mucho tiempo.Lo entierran en el cementerio y retornan a Pisco, en medio de una profunda tristeza que perduraría por mucho tiempo.La trama se desarrolla en dos escenarios: Se trata, si creemos en la versión del autor, del más antiguo de sus cuentos criollos, es decir aquellos relatos que evocan su infancia, caracterizados por su ambiente aldeano, su contagiosa ternura hogareña y un elevado tono poético que singulariza al conjunto y lo diferencia de toda la demás narrativa criolla (donde predominan elementos costumbristas).