Es la historia de un guerrillero español exiliado en Francia (Gregory Peck) después de la guerra civil española, que regresa a España para visitar a su madre y que, a pesar de los años transcurridos en el extranjero, un guardia civil (Anthony Quinn), no lo ha olvidado y lo persigue hasta las últimas y fatales consecuencias.
Pretende volver al frente pero sus amigos lo paran y lo convencen: "Manuel, ¡la guerra está ya perdida!".
Un muchacho (Paco) pregunta a hombre, Pedro, porqué Artíguez ya no realiza sus incursiones de guerrilla contra el franquismo en España.
Cuando Carlos vuelve para recoger su mochila, él detecta la trampa, y se escapa.
Una vez en la población, Artíguez descubre a un tirador franquista apostado en la azotea del hospital, lo ataca y mata.