Los conquistadores recurrieron a esta lengua para hacer los registros y documentos, como los realizados por fray Bernardino de Sahagún.Por otro lado, las órdenes religiosas predominantes de la Nueva España, los franciscanos, agustinos y dominicos, que enfrentaron al principio el predominio de la cosmovisión mesoamericana, usaron la danza y la música como medios para evangelizar.Gracias a esto, los grupos indígenas también lograron conservar elementos de su antigua cultura y tradición.El Xochipitzahua entra aquí, pues es un género indígena que incorpora diferentes versos según la ocasión.[11] En las culturas mesoamericanas, la flor (xóchitl) es uno de los símbolos más importantes, pues está presente en las imágenes que representan la totalidad del mundo; ya sea en los códices, el calendario, las genealogías, los rituales y ceremonias, como las bodas.[14] La danza Xochipitzahua o Pakilistli puede hacer alusión al matrimonio de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.[20][21] Mendoza señala que varias versiones del Xochipitzahua han sobrevivido, todas con variaciones.[24] En el disco El Nuevo Mundo: Folías criollas (2010), de Jordi Savall con Tembembe Ensamble Continuo y otros intérpretes, suena el Xochipitzahuatl junto con otra pieza en náhuatl, el Xicochi conetzintle de Gaspar Fernández, en la pista 16.
Xochipitzáhuatl de Fiesta patronal de la Sierra de Zongolica, Veracruz.