Tras abrir la tumba, los trabajadores descubrieron sus restos excepcionalmente conservados junto a centenares de documentos y artefactos valiosos.[2][3] Con el paso de los años, Xin Zhui sufrió varias patologías que finalmente causarían su muerte.Junto a varios parásitos internos, también tenía trombosis coronaria y arteriosclerosis, probablemente debido al exceso de peso producido por su vida sedentaria.[3] En 1971, los trabajadores que cavaban un refugio antiaéreo para un hospital cercano a Changsha desenterraron la tumba de Xin Zhui, así como las tumbas de su marido y un hombre joven que se considera, por lo general, su hijo.Plumas amarillas y negras habían sido pegadas a la tapa del ataúd interior.Los chinos de la época creían que para volar a los cielos y convertirse en inmortal, el alma necesitaba "emplumarse" para volverse un ser celestial.De ahí que fueran enterrados con ajuares con ofrendas, alimentos y mobiliario para poder seguir usándolo en la otra vida.Científicos en 2003 desarrollaron un «compuesto secreto» que se inyectó en la sangre aún presente de Xin Zhui para asegurar su conservación.
Esquema de la tumba nº 1, donde se encontró el cuerpo de Xin Zhui.