[1] Poco después, Conrado II lo nombró capellán de la corte, en la que estuvo unos nueve meses[1] antes de volver a Lieja.
A pesar de la resistencia inicial del emperador Enrique III el Negro, fue entronizado como príncipe-obispo en 1042 en Colonia.
En 1046 venció a los franceses que intentaron anexionarse Aquisgrán.
León IX lo apreció expressis verbis, Esteban IX era canónigo en Lieja bajo el mandato de Wazo, y Gregorio VII estudió en Colonia, una ciudad que tenía muchos vínculos con Lieja en esta época.
[1] En el epitafio de la tumba, hoy desaparecida, había escrito: «Ante RUETA mundus quam Surg Wazon secundus (El mundo perecerá antes de que surja un segundo Wazo)».