El accidente tuvo lugar a las 19:45 hora local (16:15 UTC), y se notificó que la causa fue el mal tiempo.
El avión no había sido capaz de aterrizar al primer intento, y se estrelló durante el procedimiento de aterrizaje frustrado o mientras intentaba regresar a Teherán.
Las condiciones meteorológicas en el momento del accidente incluían nieve y baja visibilidad.
En el impacto, el avión se partió en múltiples fragmentos, sin producirse ningún fuego o explosión.
A raíz del accidente, se utilizaron 36 ambulancias y 11 hospitales en las operaciones de rescate.
Descendiendo a través de 5.900 pies (1.800 m) y sin haber hecho nunca contacto visual con la pista, la tripulación decidió dar la vuelta.
El procedimiento de aproximación frustrada se inició normalmente, con la aeronave subiendo a 8.800 pies (2.700 m).