Fue diseñado por Ferdinand Porsche, y en la Segunda Guerra Mundial se fabricaron más de 50.000 unidades.
Debido a la escasez de gasolina, en algunos vehículos se montaba un quemador-generador (gasógeno) que ocupaba la parte delantera sobresaliendo del capó y que utilizaba, como combustible, el gas obtenido tras calentar madera, carbón o coque.
El Kübelwagen en su configuración definitiva (Typ 82) fue equipado con una carrocería ligera montada sobre un chasis consistente en un tubo rígido central con anclajes para los ejes a cada extremo, todo ello en chapa estampada.
Porsche, por lo tanto, subcontrató a Trutz, un carrocero con experiencia militar, para ayudarle con el diseño de la carrocería.
El peso ligero del vehículo y el diferencial ZF autoblocante compensaban la falta de capacidades 4x4.
Un mayor desarrollo del Typ 62 se llevó a cabo durante 1939, incluyendo un diseño de carrocería más angulosa.
Aunque es similar en apariencia y diseño, casi ninguno de sus componentes es intercambiable con el Typ 82.
Cuando se entregaron los primeros vehículos al ejército alemán, se pusieron inmediatamente a prueba tanto dentro como fuera de carreteras con nieve y hielo para evaluar su capacidad de circular en los inviernos europeos.
Lo más notable, gracias a su suave perfil plano bajo la carrocería, era que el Kübel se impulsaba como un trineo motorizado, cuando sus ruedas se hundían en la arena, la nieve o el barro, lo que le permitía seguir a los vehículos oruga con notable tenacidad.