Se convirtió en rey de Bulgaria cuando su padre, Boris I, decidió retirarse a un monasterio, después de haber reinado durante 36 años.
Según algunos, el motivo de este retiro fue puramente religioso; para otros, fue consecuencia de haberse visto afectado por una grave enfermedad.
Este hecho es descrito por Constantino de Preslav en su Evangelio Didáctico.
Su padre salió del monasterio y asumió el trono por segunda vez.
Ordenó que su hijo Vladimir fuese apresado y cegado, y colocó en el trono a su tercer hijo, Simeón.