En la Guerra soviético-finlandesa, Kirpíchnikov fue galardonado con la Orden de la Bandera Roja.
Después de la guerra, estudió en la Academia Militar Frunze.
Primero fue interrogado en el pueblo de Karisalmi y luego se trasladó a la sede del ejército finlandés en Mikkeli.
Era un campamento para más de 3.000 prisioneros soviéticos, incluidos 1.000 oficiales.
Según otros presos, a Kirpíchnikov se le ofreció el puesto de comandante del Ejército Ruso de Liberación, pero se negó.