Debe su nombre al topónimo henar, que significa lugar poblado de heno, y celebra su fiesta el domingo anterior a San Mateo (21 de septiembre) con una multitudinaria romería.Madre e hijo forman un conjunto armonioso, teniendo en cuenta las desproporciones habituales de la época.[1] La imagen se presenta sobre una peana decorada con ángeles en relieve que simulan sujetar a la Virgen.Adaptándose a las modas, fue vestida con amplios ropajes en el siglo XVIII, para lo cual le fueron mutiladas algunas partes secundarias, y se le añadieron unas manos postizas, creando así una imagen de caballete.A comienzos del año 1969 y con vistas a su coronación, fue completamente restaurada por el artista segoviano Ángel García Ayuso, que eliminó los elementos añadidos en el siglo XVIII y recuperó las partes mutiladas, siendo presentada nuevamente al público el 25 de marzo del mismo año.La tradición afirma que la imagen fue traída desde Antioquía (Tierra Santa) en el año 71 d. C. por San Jeroteo, primer obispo de Segovia y venerada en una pequeña aldea de la Tierra de Cuéllar, actualmente despoblada, que se llamó Santa María del Henar, hasta el año 714 en que, para protegerla de las campañas musulmanas, fue enterrada en un lugar indicado por los hermanos segovianos San Frutos, San Valentín y Santa Engracia, junto con un cirio encendido, permaneciendo oculta durante ocho siglos hasta que, en 1580 se apareció a un niño pastor del cercano municipio de Viloria del Henar, mientras pastaba su rebaño, y le dijo: "Soy Santa María de El Henar que he estado oculta aquí muchos años, hallarás debaxo de unas losas mi Imagen, la qual pondrás en una casita que harás en el mismo sitio que antes estuvo mi Iglesia hasta que venga tiempo en que se fabrique mayor templo y diciendo estas palabras desapareció".[1] La realidad convierte en absurda la leyenda, semejante en su esquema al de tantas apariciones marianas en España.La arqueología nos confirma que no es posible hallar esculturas de María anteriores al siglo IV, después del Concilio de Éfeso celebrado en el año 430, que proclamó la Maternidad de María, y en España no se comenzó a imitar las primeras imágenes bizantinas hasta el siglo X, siendo abundantes en los siglos XI y XII.[5] Esto nos indica que no podía estar enterrada en aquellos años si recibía culto en la citada ermita, y tampoco hace veraz su descubrimiento en 1580.Preside el camarín un retablo dorado de estilo rococó, en cuya hornacina se ubica la imagen, que gira sobre su eje, convirtiéndose también en la hornacina del retablo mayor del templo.El santuario también alberga un museo, donde pueden contemplarse diferentes mantos de la Virgen, las condecoraciones que ha recibido y otros objetos donados por sus fieles.