Según reza la tradición popular y más extendida, su imagen fue encontrada en época indeterminada por un labrador en el paraje de Los Llanos, o sea, Albacete.
[1] Otras fuentes enriquecen fantásticamente la leyenda diciendo que la escultura fue realizada por San Lucas y escondida por Santiago.
Una vez avanzada la Reconquista, asegura la tradición que un labrador anónimo arando en el citado paraje denominado Los Llanos, descubrió una efigie pequeñita y rara.
Se sitúa históricamente este descubrimiento sobre el año 1447 por parte de Joaquín Sánchez Jiménez.
Terminado su trabajo, al llegar a casa comprobó dicho labrador que la escultura había desaparecido.
Al día siguiente, apareció de nuevo la imagen en el mismo sitio en la obertura de un surco y, de nuevo, el labrador maravillado la volvió a ocultar en la manta, pero anudando esta vez con prevención fuertemente los extremos para que no se perdiera como el día anterior.
[4] Hay quien señala que ya en 1616 se cita por vez primera en acta a la Virgen como patrona de Albacete.
"El enojo de los fieles se tradujo en creciente desvío y frialdad religiosa cada vez más acusada; pero un claro milagro obrado por la Señora en la persona del paralítico Blas Martínez, al visitar la ermita de Los Llanos (...) acrecentó la devoción de los fieles y el culto y la veneración a la imagen retocada por el famoso mayordomo Juan Reolid Godoy.
La imagen se llevaba a la villa regularmente para las celebraciones comunes o en caso de rogativa si la situación lo requería.
Para ello se habilitó una hornacina en el desaparecido y barroco retablo mayor.
En 1875 se fundó la cofradía que desde 1917 pasó a denominarse Real Asociación Nuestra Señora Virgen de Los Llanos.
En el Museo de Albacete se conservan grabados, estampas y medallas antiguas.
Durante algún tiempo la Real Asociación era doble, una para hombres y otra para mujeres, según la costumbre de la época.
Ambas tenían su Junta Directiva distinta y sus propios socios, aunque con un mismo fin.
Esta medalla deben utilizarla los asociados en todos los actos de culto comunitario a su Patrona.
En 1956, año de la Coronación, los presidentes eran doña Antonia Cabot y don Matías Gotor Perier.