Hasta entonces el Recinto Ferial no tenía un lugar para la patrona de la ciudad.
En los siglos XVIII y XIX, hasta la guerra civil, los actos en honor a la patrona tenían lugar fuera del Recinto Ferial.
En la década de 1940 se decidió encargar otra a Ramiro Undabeytia, que es la que permanece en la capilla durante la Feria de Albacete.
[4] Es el primer y más importante evento de la feria.
Este acto nació en 1989 gracias a la mano de la peña Templete.