[1] En 1738, año en que Montes de Oca talló la imagen cristífera para el prior del Convento del Espíritu Santo, el escultor ejecutó para el cenobio «[…] una imagen de Nra.
[1] El examen de las fotografías conservadas permite apreciar que la imagen poseía los caracteres morfológicos y estilísticos plasmados por Montes de Oca en las tallas dolorosas con la cabeza girada a un lado (el imaginero contaba en su haber con tres ramas diferenciadas en lo que a este tipo de esculturas se refiere: las que tenían la cabeza mirando de frente, las que la tenían ladeada, y las que la alzaban mirando al cielo).
La hermandad había efectuado el encargo de la pieza sustituta a varios escultores (entre ellos el orfebre Cayetano González Gómez), decantándose finalmente por la imagen facturada por Antonio Castillo Lastrucci.
Ubicado el templo en el centro del denominado «Moscú sevillano», la tarde del 18 de julio, un día después del estallido de la guerra civil, el barrio se hallaba en calma puesto que los republicanos no lo habían ocupado, aunque una manifestación compuesta por varias decenas de personas atravesó la zona en dirección al centro, concretamente a la calle Luna ya que allí había una sede sindical, con el fin de conseguir armamento.
Debido a que en la calle Luna no lograron su propósito, pusieron rumbo al cuartel emplazado en la Alameda, donde algunos se apoderaron de un fusil y otros de una pistola, recibiendo quienes aún no habían obtenido un arma la orden de formar barricadas para defender el Casco Norte.
Cuando los manifestantes llegaron al barrio fueron testigos del incendio desatado en la Iglesia de Omnium Sanctorum; alentados por este atentado, decidieron proseguir con el asalto e incendiaron la Iglesia de San Marcos y la Iglesia de San Román; esta última ardió durante toda la noche del 19 de julio, pese a lo cual el fuego no llegó a afectar a los inmuebles colindantes en las calles Sol y Enladrillada.
Lo único que se salvó del fuego fueron una saya de la Virgen en tono burdeos atribuida a Juan Manuel Rodríguez Ojeda, dos libros de regla y un cíngulo.
La imagen de la Virgen procesionaría por primera vez en 1937 en solitario pese a hallarse el país en pleno conflicto bélico, desfilando sobre un paso de palio cedido para la ocasión por la Hermandad del Baratillo.