El original en Iviron está encerrado en una 'riza' cincelada de plata y oro que cubre casi toda la imagen excepto la cara, como es común en los iconos más venerados.
No queriendo que el icono fuera arrebatado y destruido por los iconoclastas, ella pasó toda la noche en oración y lanzó el icono al Mar mediterráneo.
La tradición dice que al día siguiente, cuando los monjes entraron en la iglesia, no pudieron encontrar el icono.
Por ello, el icono vino a llamarse Portaitissa or "Portera".
Este título no fue nuevo para la Virgen María, sino que proviene de un verso del Acatisto a la Madre de Dios: "Alégrate, oh Bendita Portera que abres las puertas del Paraíso a los justos".
Como es común para la Iglesia ortodoxa, el icono es un prototipo que ha sido copiado numerosas veces.
[7] Varios días festivos durante el año litúrgico celebran unos pocos de estos milagros (ver Enlaces externos, abajo).