Sin embargo, el veneno de serpiente es desnaturalizado por el etanol, desdoblándose sus proteínas y quedando por tanto desactivado.
[3] Se ha creído ampliamente que las serpientes poseían cualidades medicinales, y el vino es publicitado a menudo como curación para dolencias que van desde la miopía a la alopecia, así como potenciador sexual.
[2][3] Sin embargo, todas o gran parte de estas afirmaciones se basan únicamente en creencias tradicionales.
Se hacen bebidas parecidas con gecos o caballitos de mar.
[4] Es ilegal importar vino de serpiente en muchos países, ya que las cobras y otras serpientes empleadas en su elaboración suelen ser especies en peligro de extinción.