[2] No tiene, por tanto, relación con el latín sicca («seca»), aunque se vio probablemente atraído por etimología popular dada la sequedad de la zona.
La media anual de precipitaciones en las dos últimas décadas del siglo XX se cifró en 370 mm.
Villaseca se pobló con habitantes de la antigua Aceca que lejos de las condiciones malsanas del río Tajo se asentaron en terrenos libres del dominio musulmán una vez conquistada Toledo en 1085.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 1034 habitantes.
En tiempos pasados en ella estuvieron la cárcel y el reloj de la villa.
En 1780 siendo alcalde Manuel del Viso, el Ayuntamiento solicitó del Arzobispado de Toledo que se declarase iglesia parroquial bajo la advocación de Santa Leocadia por encontrarse vacante desde 1521, petición que concedió el Cardenal Primado Francisco Lorenzana y Butrón.
En la reforma realizada en 1971 se quitaron los restos de los retablos que quedaban.
La esbelta torre y el campanario presentan forma cuadrada con cuatro tramos edificados en ladrillo.
Su interior tiene forma de cruz latina, con tres naves y cuatro tramos en la principal.
En la cabecera ábside plano y a los pies se eleva el coro o tribuna con vistosa reja metálica.
En 1802 se vendían las tierras que poseía el hospital por una orden de su majestad.
Durante el siglo XIX, comenzó a funcionar mal hasta que dejó de hacerlo.
El Hospital tiene forma rectangular, con dos alturas y doble crujía que se une por el lado menor a la iglesia Tiene un patio porticado con columnas dórico-toscanas que se apoyan en bases curvas.
La iglesia en forma de cruz latina con una nave principal y dos capillas a cada lado.
A comienzos del siglo XVII empezó a denominarse de las Angustias por la imagen de la Virgen del mismo nombre que se veneraba en el santuario en aquellos años.
Los milagros atribuidos a Nuestra Señora a primeros del siglo XVII hicieron crecer una gran devoción y fe hacia Ella entre los villasecanos y habitantes de los pueblos limítrofes....
Su interior de una sola nave, cuenta con capilla mayor y coro.
En la actualidad la Hermandad se encarga de realizar los actos religiosos y el Ayuntamiento los profanos.
José Fornells, arquitecto de Su Majestad, la reformó en 1802 pues daba poca agua.
Fue cubierto en 1951 cuando se construyeron las antiguas casas de los maestros, hoy desaparecidas.
En 1822, el Ayuntamiento acordó limpiarlo «por haber arrojado broza, piedras, cascotes y otros objetos algunos vecinos».