Son topónimos que proceden del «villare» latino que a su vez deriva de «villa», palabra que primitivamente significó explotación agraria, luego aldea, más tarde, ya en la última época romana y en los principios de la Alta Edad Media pequeña ciudad con municipio.
Además los topónimos villa se suelen deber a la repoblación cristiana de los siglos X, XI y XII, pues villa parece haber sido el apelativo con el significado de población, villa, aldea, etc. preferido por los repobladores medievales, mientras que los llamados villar, villares, villarejo o villarino proceden directamente asentamientos de época romana, como atestiguan los abundantes restos romanos que suelen ofrecer, sobre todo cerámica y tégulas.
Sus paisajes y fauna autóctona son el principal atractivo del pueblo.
Muy cerca de Vale de Frades se encuentra la puonte visigótica sobre el río Manzanas, al cual va a desembocar la Ribera, pequeño arroyo que discurre cercano a Villarino Tras la Sierra.
La otra explotación importante del pueblo se dedica al ganado ovino.