La triple protección de este espacio natural busca preservar sus valores naturales, de gran valor paisajístico y faunístico, en el que destaca la presencia de aves como el buitre leonado, la cigüeña negra, el halcón peregrino, el alimoche, la chova piquirroja, el búho real, el águila real y el águila perdicera.
Son topónimos que proceden del «villare» latino que a su vez deriva de «villa», palabra que primitivamente significó explotación agraria, luego aldea, más tarde, ya en la última época romana y en los principios de la Alta Edad Media pequeña ciudad con municipio.
Además los topónimos villa se suelen deber a la repoblación cristiana de los siglos X, XI y XII, pues villa parece haber sido el apelativo con el significado de población, villa, aldea, etc. preferido por los repobladores medievales, mientras que los llamados villar, villares, villarejo o villarino proceden directamente asentamientos de época romana, como atestiguan los abundantes restos romanos que suelen ofrecer, sobre todo cerámica y tégulas.
El término Buey, tal vez su significado debe buscarse en la cultura prerromana y su afinidad con los verracos.
En este sentido encontramos otros casos como Villar de la Yegua, actualmente Villardiegua.
Aún hoy en día la calle Calzada es una de sus principales arterias, situada junto a la iglesia.
[11] El municipio de Villar del Buey está formado por localidades que antiguamente pertenecieron a jurisdicciones distintas.
Respecto al año 2000, el censo refleja 864 habitantes, de los cuales 462 eran hombres y 402 mujeres.
El recorrido por sus calles, el paseo por entre sus cortinas y arboledas permitirán al visitante llegar a olvidar el tiempo.