En 1455, Juan II libró al lugar de tasas y estableció que la fortificación y el pequeño caserío surgido a sus pies llevasen el nombre de Villafranca del Castillo.
En 1813 el testamento del Marqués de Gelo y Santamarca describe al lugar como una zona despoblada.
Tiene dos entradas, una por el norte, desde la carretera que une Majadahonda y Villanueva del Pardillo, y otra por el sur, desde la carretera que une Majadahonda con Villanueva de la Cañada.
La urbanización está atravesada por el arroyo de los Palacios, afluente del Guadarrama.
En 2014 el ayuntamiento aprobó el Plan Parcial que autoriza la construcción de otras 1300 viviendas en esta zona, junto con el equipamiento necesario.