Villacerrada
Otros autores como Aurelio Pretel Marín, Luis Guillermo García-Saúco Beléndez y Miguel Panadero Moya sostienen que anterior al núcleo de Villacerrada sería la fortaleza militar en la zona de la actual plaza de las Carretas.[6] Recibía dicho nombre por su proximidad a la citada iglesia[6] o por la presencia de la imagen.[9] En la zona demolida se encontraba, entre otras vías, la plaza del Pozo de Nieve, cuyo nombre hacía referencia al nevero artificial que existió allí, dentro de la población.El agua, procedente del manantial denominado Ojos de San Jorge, subía al depósito impulsado por bombas eléctricas desde un depósito intermedio situado en la calle Juan Guspi y desde él se distribuía a la población.[11] La zona se había convertido, en el siglo XX, en un barrio tradicional de prostitución.[12] Tres de ellas fueron retratadas por el fotógrafo Luis Escobar en su famosa obra Las señoritas del Alto de la Villa (1928),[13] jugando a las cartas y bebiendo mientras esperan a los clientes.Finalmente, esta actividad se convirtió en el motivo oficial para demoler la zona.[16] Y el mercado se reubicó en una esquina de esta nueva urbanización, que recuperó el histórico nombre de Villacerrada.En autobús urbano, el barrio queda conectado mediante las siguientes líneas:[19]