En el centro llevaba la cisterna, la iglesia dando espalda al río (Norte del fortín).
Vista del frente a la iglesia, al lado derecho, se encontraban las habitaciones de los soldados; al lado izquierdo de la iglesia, el cuartel; y en frente, la entrada, la guardia y el calabozo.
Hasta que, en 1903, una de las más fuertes crecidas del río Diamante se llevó gran parte del edificio, junto con lo que quedaba de la iglesia, las habitaciones y la armería.
El arqueólogo local Humberto Antonio Lagiglia se puso al frente de un rescate arqueológico de dicho fuerte, junto con colaboradores y pobladores de la zona, logrando así obtener algunos artefactos y piezas históricas del lugar y conservarlas al Museo Local.
El templo se mantuvo en pie hasta el año 1872, debido a un mal establecimiento del terreno que provocó su desmoronamiento.
Finalmente, el tercer templo es la que conocemos a hoy en día, y fue construido en el año 1876.