Estas semillas son muy parecidas a las de la judía americana, pero tienen una mancha negra en la parte central que le da el aspecto particular de «carilla» que le da nombre.Resistente a la sombra, se planta en parcelas compartidas con gramíneas, como el maíz (Zea mays) o el sorgo (Sorghum bicolor), u otros cultivos como el algodón (Gossypium spp.)Necesitan un aporte de abono mineral, sobre todo potasio y fósforo.En sus raíces existen nódulos formados por bacterias simbióticas del género Rhizobium, que les permiten fijar el nitrógeno atmosférico.Pueden sufrir ataques fúngicos, como el mildiu o el oidio e insectiles, como la mosca blanca.Los granos secos son las carillas o judías, que se conservan durante mucho tiempo en tarros cerrados y en lugares sin humedad.El uso medicinal del dólico de aceite negro, lo demuestra su presencia en la Capitulare de villis vel curtis imperii, una orden emitida por Carlomagno que reclama a sus campos para que cultiven una serie de hierbas y condimentos incluyendo las "fasiolum" identificada actualmente como Vigna unguiculata.