Vigilancia de género
[1][2] Muchos expertos en la materia afirman que esto se debe al mayor valor asignado a los rasgos o comportamientos "masculinos" en comparación con los "femeninos".[2] La presión para ajustarse a las normas de género aumentan con la edad y a menudo se manifiesta en las niñas que son "instruidas o avergonzadas para ajustarse a la feminidad tradicional en el vestir, la apariencia, la postura, la forma, los intereses, etc."[2] La investigación etnográfica en preescolares también ha contribuido al cuerpo de conocimientos relacionados con la vigilancia de género.Por ejemplo, a las niñas se les dieron instrucciones directas tales como "habla con ella, no grites, siéntate aquí, recoge eso, ten cuidado, sé amable, dame eso, ponlo ahí abajo".Según Martin, el académico y sociólogo que llevó a cabo esta investigación "La generización del cuerpo [gendering of the body, en inglés] durante la infancia es la base sobre la que se produce una posterior generización del cuerpo a lo largo de la vida.También es una etapa durante la cual la vigilancia de género entre pares se vuelve cada vez más común.[4] Durante la edad adulta, la vigilancia de género suele volverse más sutil.Sin embargo, para una persona cuyo género se percibe como ambiguo, aún existen formas descaradas.Éstas van desde consultas curiosas de los niños (por ejemplo, "¿Es usted un hombre o una mujer?")[5] Por lo tanto, las personas transexuales a menudo deben elegir entre la autopreservación y la expresión del género con el que se identifican.