La vicepresidenta Montero es la vigésima tercera persona en ostentar dicha posición y la sexta mujer en hacerlo.
Junto a ella, existen otras dos vicepresidencias, ocupadas por Yolanda Díaz y Sara Aagesen tras la salida de Teresa Ribera.
Desde 1938 a 1981 el cargo recayó en militares, con la excepción de los vicepresidentes Torcuato Fernández Miranda (1973) y José García Hernández (1974-1975).
A partir de 1981, con una democracia notablemente asentada en la sociedad, el presidente Calvo-Sotelo nombró a un civil como vicepresidente, Rodolfo Martín Villa, separando definitivamente al poder militar del poder ejecutivo, situación que se mantiene en la actualidad.
En España, existe la posibilidad de que, si el presidente del Gobierno lo ve necesario, pueda nombrar a más de un vicepresidente, habiendo habido en algunas legislaturas vicepresidente segundo y en algunas, incluso tercero y cuarto.