Vicente Antonio García de la Huerta

Murió en Madrid, sin llevar a cabo su afán de reavivar el drama nacional.

Su tragedia Raquel es considerada una de las obras más relevantes del teatro neoclásico español.

Posteriormente regresó a Madrid, donde contrajo matrimonio en 1757 con Gertrudis Carrera y Larrea, dama salmantina con la que llevaba varios años conviviendo.

Resentido por ese ostracismo, regresa a Madrid en 1777, pero el ambiente literario y social de la corte estaba muy cambiado.

La calidad de su obra poética ha sido reivindicada recientemente por el crítico Miguel-Ángel Lama.

Su composición puede ser anterior, quizá en 1776, y se representó durante el exilio del autor en Orán.

En la capital de España, Raquel obtuvo un éxito absoluto, se escenificó en el Teatro del Príncipe durante cinco días.

El final se resuelve con la muerte de la hermosa judía durante la ausencia del rey a manos de su consejero Rubén, consejero que es ajusticiado por el monarca cuando se produce su regreso a la corte.

La comedia pastoril Lisi desdeñosa, aún inédita, fue descubierta por Juan Antonio Ríos Carratalá.

La fe triunfante del amor y cetro o Xaira es simplemente mencionada por la crítica como la traducción de Zaïre (1732) de Voltaire, pero Huerta, como él mismo apunta en el prólogo a su edición, reelabora una traducción anterior publicada anónima en Barcelona y reimpresa en esa misma ciudad en 1782.