Fernán Pérez de Oliva

Después amplió conocimientos en el extranjero: dos años en París (donde tuvo como profesor a Juan Martínez Silíceo, uno de los protagonistas de sus diálogos) y tres en Roma, donde el papa León X le protegió y le otorgó una pensión.

Sus obras quedaron inéditas a su muerte, pero su sobrino, el también humanista Ambrosio de Morales, las editó en Córdoba en 1586.

De carácter más doctrinal son un Razonamiento sobre la navegación por el Guadalquivir (1524) y un Tratado en latín sobre la piedra imán muy moderno, ya que llegó incluso a imaginar la posibilidad de utilizar el magnetismo para la comunicación a distancia entre personas.

Hizo algunos intentos en el campo de la historia y, por los índices de la Biblioteca Colombina, se sabe que escribió una biografía de Cristóbal Colón que se ha perdido y que, como pensó Bartolomé José Gallardo, tal vez utilizó su hijo Fernando Colón como fuente para componer su mendaz Historia del S.D.

Re Católico: Nuevamente di lingua Spagnnola tradotte nell’Italiana del S. Alfonso Ulloa.