En la métrica germánica antigua el verso estaba constituido por al menos tres palabras que aliteraban (compartían un sonido en común).
Los conocimientos existentes sobre esa tradición común se basan, sin embargo, casi por completo en la inferencia a partir de la poesía más moderna superviviente.
Existe un texto contemporáneo sobre la naturaleza del verso aliterativo, redactado por un poeta que lo practicaba: Snorri Sturluson, en la Edda prosaica.
Las reglas que siguen esos patrones no son totalmente comprendidas por los expertos, y permanecen sometidas a controversia.
Sin embargo, hay consenso entre los expertos en que los versos escritos retienen muchas —según algunos, casi todas— las características de la poesía transmitida oralmente.