Valverde de Campos

De época romana se han hallado tégulas junto a la ermita, que apuntan sin duda a la existencia de una villa en ese lugar.Además, se ha encontrado un "as con el tipo del jinete".Una anécdota que nos aporta información interesante sobre Valverde de Campos tuvo lugar en el año 1063, cuando en este pequeño pueblo descansó el cuerpo yacente de San Isidoro de Sevilla, al ser trasladados sus restos mortales desde Sevilla a León a instancias del rey Fernando I.[8]​ Durante dicha estancia tuvieron lugar una serie de milagros.Padecianla grande entonces, por falta de agua, aviendo sido muy desaproposito el Otoño para la sementera, y hallarse entonces, que ya era por Noviembre, sin esperanzas proximas de poderla hazer, por la suma sequedad, destemple de los vientos, y muchas enfermedades, que por tantas, ya era contagio, y la misera gente se via cortada por todas partes, sin saber , que hazerle para vivir.Inspiròles la Divina Misericordia una solemne rogativa à San Isidro, executaronla devotos, aviendose antes prevenido con la purificacion Sacramental de Penitencia, y Eucharistìa, para que levantando al pedir, puras las manos al Cielo, como aconseja San Pablo, tuviesse buen despacho, y prompto el bien formado memorial.Executòse, y sue función de mucho eficaz provecho para lo espiritual, y temporal: porque en el mismo presentar sus peticiones à lsidro, se immutò el Cielo, enterneciò su dureza, lloviò, lo que bastaba, mudaronse los vientos, templòse el contagio, mejoraron los enfermos y contentos todos, no cessaban de repetir gracias à Isidro, por tales beneficios, quedandole muy devotos.Nótese la referencia que se hace a la existencia de dos iglesias, una de ellas llamada iglesia de San Salvador.La anécdota prosigue cuando la comitiva intentó levantar el cuerpo para proseguir el viaje; Don Lucas de Tuy lo relata así[8]​:Mas acaeció que luego se les tornó todo su gozo en tristeza y lloro, porque así como quisieron partiese y tomar el cuerpo santo para caminar con él, no pudieron en manera; y visto aquello, acordaron el rey los suyos todos de tomar las armas de la oración y ayuno, en lo cual perseveraron por tres días con devoción, porque pudiesen mover y llevar el santo cuerpo, y ninguna cosa las aprovechó; y todavía se estaba aquella santa columna de la iglesia inmoble, porque estaba fundada sobre la piedra firme, que era Cristo.De lo cual el rey, y sus hijos y criados eran muy tristes, creyendo que San Isidro había escogido allí morada para su santo cuerpo; pero a los vecinos de aquel lugar y de la comarca era al contrario, que se alegraban y gozaban mucho, pensando que Dios les había dado tan buen patrón para su tierra [...] [...] algunas buenas personas, de aquellas que allí estaban con el rey, los cuales se llegaron a él, y le dijeron que les parecía que sería bien que el derecho de patronato que su Real Señoría tenía en aquella iglesia de Villaverde, y da parte de aquel mismo lugar, que pertenecía al rey, lo diese y donase a San Isidro, lo cual el rey hizo luego de muy buena voluntad; y así como hubo hecho la donación, y se hizo el privilegio de ella, luego a la hora, hallaron el cuerpo santo muy ligero de mover, y lo levantaron y caminaron con él muy alegres, cantando y diciendo con gran devoción: ¡Oh cuán precioso y honorable es en el acatamiento del Señor este santo confesor suyo, que llevamos![...][...] Y viendo el buen rey D. Fernando aquella señal maravillosa que Dios había mostrado por su santo confesor, temiendo que le acaeciese otro tanto en los lugares donde hubiese de reposar de allí hasta León, acordó prevenir aquel inconveniente con sus largos dones y servicios que hizo a San Isidro, en tal manera, que le dió y donó por firmes privilegios todos los lugares en que el santo cuerpo había posado hasta allí, y asimismo prometió darle para siempre todos los otros lugares donde posase desde allí hasta León, lo cual el dicho Rey cumplió humilde y devotamente.Presentamos ahora el escrito de dicha donación que hizo Fernando I a San Isidoro de Sevilla[10]​[3]​ Concedimus ibi ecclesiam cum tribus altaribus in Campis Gothorum in Rioseco ad Villam Verde, que dicitur ecclesia S.Salvatorís, in medio primi altaris, ad meridianum partís dextrse altare S. Isidori archiepiscopi, ad leevam vero S. Martini vocatur; concedimus ibi ipsum locellum conclusum, ex quod ibi quievit sanctissimum corpus beatissimi Isidori quando asportatum fuit de Hispali metropolitana.Nótese cómo en este documento se hace referencia a Valverde de Campos como Rioseco ad Villam Verde, en los Campos Góticos (Campis Gothorum).En la eglesia de sanct Julián del dicho logar deue auer vn preste, vn gradero, que son con la media ración del cura dos raciones menos tercia e los diezmos deste logar pártense en esta manera la tercia parte al obispo la tercia parte a las eglesias la otra tercia parte a los préstamos e aqui en este dicho logar e en estas dichas eglesias ay de estimación veynte e cinco mrs.Et otrosi que dan de cada año para segar en agosto cada uno dos obreros.Et otrosi quando casa que les dan veinte carneros e cinquenta gallinas e quando mueren otro tanto e mas cada noche un cesto de paja.Donde se indica que sus señores son Juan Alfonso, Mencía Fernández y Pedro Fernández de Valverde, de los que es casa solariega.[14]​ En este censo, Valverde de Campos es incluido en el arciprestazgo de Medina de Rioseco, perteneciente al Obispado de Palencia, y se afirma que cuenta con una pila bautismal y con 121 vecinos feligreses (donde por vecinos feligreses se cuenta a clérigos, casados, viudos y viudas que mantienen casa, y sin los monasterios de frailes y monjas que hay en el dicho obispado).No había hospitales, aunque tenían una pequeña porción de tierra cuyo producto se destinaba a mantener a los pobres; pero era tan insuficiente esta porción para mantener a ningún pobre que hacían limosna de ella.Tenían mulas, machos, bueyes, vacas, yeguas y caballos para la labranza.[26]​ Esta casa-palacio se conserva en mal estado y totalmente descuidada, tanto el edificio, como la muralla y puerta adintelada que da paso al recinto interior.[27]​ La capilla mayor está iluminada por dos ventanales de perfil gótico.El retablo mayor, construido la primera mitad del siglo XVIII, fue realizado por el escultor vallisoletano Alonso del Manzano y consta de banco y dos cuerpos.La Iglesia como institución casi nunca era la que costeaba las campanas; por esto, era costumbre que en cada campana se grabara el nombre de quienes hacían el encargo de la misma.
Antigua estación de ferrocarril
Casa consistorial
Plaza Mayor
La iglesia de Santa María en una imagen antigua
Ermita del Cristo