Valdenebro de los Valles

La liebre, el conejo la codorniz y la perdiz roja son las especies cinegéticas que se cazan en su término.

La morfología de su casco urbano, su ubicación, los pocos restos de murallas y del castillo que todavía se conservan, así como la leyenda en torno al paraje denominado El Teso de la Horca, denotan un pasado medieval como frontera entre León y Castilla en el siglo XI cuando Pelayo Bermúdez dona en 1049 la villa al rey Fernando I, rico y convulso del que tampoco se dispone de fuentes fiables.

El municipio pasa por Donación Real en 1465 a incorporarse a los dominios del Almirante Don Fadrique, ordenando este en esta villa el 22 de septiembre de 1473 sus últimas voluntades.

En el siglo XVIII encontramos en la contribución única realizada por el Marqués de la Ensenada en 1752, que la villa pertenecía a la Duquesa de Alba, adquirida por compra a la corona.

Más recientemente a principios del siglo XX el nombre del municipio se vincula por mor de algunos de sus vecinos a los cambios que la política del catastro está realizando en el medio rural, como consecuencia de los mismos se gravaría con más impuestos al colono o campesino, siendo un vecino Rafael del Caño García el mentor y promotor de dicha protesta.

El templo actual es un edificio del siglo XVI construido en piedra sobre los restos románicos mencionados.

Estela funeraria romana encontrada en el término municipal de Valdenebro de los Valles
Torre de la iglesia de San Vicente Mártir