En cuanto a la hidrografía, cuenta con varios arroyos como el Vizcaya o regachos como los de Gardaláin y Arteta para después unirse al Moriones, más adelante al río Armillos y terminar desembocando en el río Aragón a su paso por Cáseda.
Su propia situación geográfica, ubicada entre dos barrancos, hace de este lugar una zona aislada.
Según Juan Jesús Recalde, la palabra Vizcaya proviene del euskera bizkar, que significa la columna vertebral, espalda o lugar más prominente.
[9] Por tanto, no le daba una categoría separada del valle de Aibar.
[10] En ella se recoge lo siguiente: "Al-Nasir llevando sus tropas por lugares donde jamás habían penetrado, incendió los castillos, arruinó las viviendas, hasta que llegó a la aldea de Vizcaya (la nombra Bachkunsa), de donde era originario el cristiano, y fueron destruidas todas las casas y todo lo que se encontró fue incendiado" .
En ellos aparece la palabra desolado, dando indicios de su aislamiento y su precaria situación.
[3] Además, su aislamiento y la pobreza existente no fue un impedimento para desarrollar un carácter alegre, hasta el punto de que se comunicaban cantando coplas guitarra en mano y tenían un gran sentido artístico vislumbrado en mucha poesía, según Recalde.
[7] El aislamiento ha producido que el lenguaje utilizado por los habitantes tenga un carácter especial, usándose términos como achún (ortiga) o cimitorio (cementerio).
Hay varias canciones y coplas dedicadas al valle, entre las que destaca la compuesta por Jesus Aiesa, Bizkaia.