Valeriano Domínguez Bécquer
El origen del apellido Bécquer se remonta a los primeros años del siglo XVII, cuando uno de los antepasados de la familia se asentó en Sevilla desde Flandes.[1] En 1861 se casó con Winnefred Cogan, a veces llamada Winifreda Cogán, hija de un marino irlandés ya retirado y afincado en el Puerto de Santa María, con quien tendría dos hijos, Alfredo y Julia.[2] Con la ayuda económica de sus tíos, se trasladará a Madrid con sus hijos para reunirse allí con su hermano Gustavo Adolfo que había emprendido en 1854 la gran aventura de la fama literaria en la capital.Estableció su estudio en Madrid y conoció, gracias a su hermano Gustavo Adolfo, al pintor José Casado del Alisal.En 1864 viaja con su hermano y la esposa de este, Casta Esteban, a Veruela, en Aragón.Allí Valeriano iba a pintar diferentes cuadros, algunos de los cuales muestran escenas costumbristas aragonesas.Allí ambos hermanos llegarían a ser algo propio de la ciudad quedando entre los toledanos este dicho relacionado con ellos: «es como el perro de Bécquer, que en todas partes se mete».Sus hijos, a los que había cuidado amorosamente durante estos años, eran todavía muy pequeños cuando falleció.