[2] El autor recogió en esta obra una escena costumbrista situándola en el pueblo soriano de Noviercas que tiene al fondo el Moncayo.
[3] Algunos hombres llevan también pañuelo a la cabeza pero plegado como una banda que la rodea; otro se cubre con un sombrero de ala ancha y el viejo que se apoya en la gayata (o cachaba, garrote, cayado, bastón) lleva una montera de tres picos y copa alta.
Lleva un manteo de debajo y atado a la cintura un mandil o delantal muy largo.
Cubre el cuerpo con un jubón[4] con mangas largas y muy escotado abrochado por delante con cordones como un corpiño.
La carreta transporta gruesos troncos de madera y en el suelo hay un hacha que alguien dejó con descuido.