Urracá o Ubarragá Maniá Tugrí (1490 (aproximadamente) - Natá de los Caballeros, 1531) fue un destacado líder indígena (cacique) las personas intentan relacionarlo con el pueblo ngäbe.
Su liderazgo se caracterizó por su valiente resistencia frente a las expediciones españolas que operaron en la región durante un periodo de aproximadamente nueve años.
[2] Pero, sí es posible que los indígenas «Bokotas», también conocidos como «Bugles», sean los únicos descendientes directos actuales de los Dorasques.
Entre estas tribus se encontraban los Suríes, Chalivas, Chumulos, Dolegas, Querébalos, Bugabas, Iribolos, Chiriluos, Suasimis, Saribas, Calderas, Gualaca, Montijo, Veragua, Guabalá, Tabasará, Buricas, Vareclas, Boquerón, Musá, Bulabá, Barú, Mariato, Dures, Duraria, Aburema, Aoyaques, Carabaro, Nusa, Cébaco, Borasi, Guaniaga, Tabor, Chiracona, Raquegua, Espalaba, Caizanes, Dururua, entre otros.
Hasta nuestros días ha subsistido una narración indígena transmitida oralmente sobre los hechos acaecidos durante ese período, en particular sobre el último cacique dorás en la región de Chiriquí.
Un tataranieto de este último cacique narró lo siguiente:[3] «…mi madre era biznieta del último cacique de los Dorasques y se llamó Doscicuen, que quería decir en ese idioma, hombre valeroso y astuto; sostuvo la guerra con los españoles, quienes querían apoderarse de sus vastos dominios, siendo el rey en todo el valle de Chiriquí, estando todas las demás tribus bajo su gobierno nunca le presentó combate ni permitió que sus subalternos lo hicieran al enemigo común, los españoles, a campo raso, sino que siempre combatían sus fuerzas escondidas en laderas, barrancos entre los más tupidos bosques dividiendo sus fuerzas en ligeras guerrillas, causándole no pocas veces, pérdidas de gran consideración a los conquistadores, no pudiendo estos emplear sus arcabuces con certero fuego sobre estos bravos indios...».
[3] Este descendiente cuenta cómo los españoles, al ver que no podían vencerle, buscaron un cacique traidor.
De este también suelen separar la parte superior del cráneo, formando de él vasija ó tutumo para beber la chicha en los días que celebran alguna fiesta alusiva á sus contrarios; y con este destino amenazan la cabeza del que desean matar…».
También mencionó que para el siglo XIX existía una parcialidad de Chalivas perteneciente a la nación Dorasque-Changuina.