Los Dorasques, también conocidos como dorados, dorás, doraces o dorces, habitaban en las regiones que actualmente comprenden las provincias de Bocas del Toro, Chiriquí, Veraguas, así como la Comarca Ngäbe-Buglé y Punta Burica.
No construyeron templos, pero realizaban ceremonias en lugares específicos, donde llevaban a cabo sacrificios y prácticas religiosas.
Esto ha llevado a la conclusión de que los indígenas «bokotas», también conocidos como «buglés», son los actuales y únicos descendientes directos la cultura dorás.
[1] El etnógrafo francés Alphonse Louis Pinart afirmó, que en el año 1882, murió el último indígena de la nación Dorasque, propia en Gualaca.
Se inició así el largo proceso de aculturación entre estos dos grupos humanos diferentes, el indígena y el europeo.